Para responder a la pregunta del título, antes hay que plantearse si las caídas de las bolsas tienen un suelo. Como el mundo no va a desaparecer al menos en bastante tiempo, la contestación es afirmativa. La siguiente cuestión que surge es evidente: ¿dónde está el suelo del mercado? La contestación vuelve a ser contundente: nadie lo sabe a ciencia cierta. El análisis fundamental y el técnico pueden ayudar, pero sólo eso. Entonces: ¿es mejor vender y salir corriendo antes de que el daño sea difícil de reparar? Este interrogante necesita mayor extensión en su respuesta.

Estos últimos días hemos presenciado movimientos violentos en los bonos del Tesoro y en las bolsas de prácticamente todo el mundo. En EEUU, la bolsa ha batido el récord de puntos de caída en un solo día, aunque no es récord en términos porcentuales, debido a que los índices están muy por encima de niveles previos. Los bonos del Tesoro de EEUU han fluctuado desde 2,65% hasta 2,88% (en TIR), para volver al 2,70%. Unos movimientos muy extremos para solo 3 días. Y quizás lo más llamativo de todo es que la volatilidad del mercado (medida por el índice VIX) llegó a caer por debajo del 10% para saltar a casi el 40%. Nadie esperaba estos movimientos tan violentos y repentinos.

La causa inmediata de la corrección (porque, ya adelanto, estimo que es una corrección y no un cambio de tendencia) se produjo el viernes pasado cuando se publicó un dato de empleo en EEUU que confirmaba la fortaleza del mercado de trabajo (hasta aquí nada que objetar) pero que también generó dudas sobre un posible proceso inflacionista que se esté incubando.

El dato más negativo para el mercado fue una subida interanual de los salarios del 2,9%. En sí mismo, este dato no es preocupante, pero el mercado tiene una especial sensibilidad a todo indicio de inflación, sencillamente, porque la inflación es enemiga de los mercados y, desde la gran recesión de 2008, se “le ha declarado muerta”. Así pues, una vuelta a los procesos inflacionistas clásicos de fin de ciclo tendría un gran impacto negativo en los precios de los activos, que descuentan, hoy por hoy, lo contrario.

El mercado tiene una especial sensibilidad a todo indicio de inflación, que es su enemiga

El desarrollo subsiguiente ha sido de manual: tras el dato preocupante de inflación (el mencionado), se produce un repunte violento de tipos de interés (caída en el precio de los bonos), seguido de desplomes en las bolsas con un enorme repunte de la volatilidad. Éste, junto con la ruptura de niveles técnicos, ha provocado un proceso de reducción de riesgos por reajustes de carteras y órdenes stop-loss, tanto por parte de los gestores cuantitativos (los célebres algoritmos de trading) como de algunos gestores que se guían por fundamentales. Así, el proceso se retroalimenta.

A mi juicio, todo ello va a quedarse en una mera corrección. Si bien el riesgo de inflación es, probablemente, el más importante que amenaza a los mercados y, por ahora, solo tenemos un dato que no es muy malo, por lo que es prematuro sacar conclusiones. No obstante, el nerviosismo en el mercado durará y la volatilidad solo caerá muy poco a poco. Pero creo que lo hará, ya que la solidez de la economía global debería prevalecer, permitiendo de este modo el regreso de las compras y la progresiva recuperación de los índices.

La economía estadounidense va a continuar siendo el foco de todo y el catalizador para el resto de mercados. Aunque en algunos aspectos puede ser criticable, en lo económico, el presidente  Trump se está mostrando como un buen impulsor de los intereses de la principal economía del mundo y, en consecuencia, del crecimiento de la economía mundial. A sus políticas y a los datos de inflación (condicionarán las decisiones de la FED) deben dirigirse las miradas del análisis para, en su caso, modificar el planteamiento descrito.

En balance, creo que no hay que huir de la renta variable, pero sí preparase para los baches, a lo que ayudará el ser enormemente selectivo y el contar con una elevadísima diversificación.


Guillermo Santos es socio de iCapital AF EAFI