Todos saben la verdad. Todos los políticos y los ciudadanos de España, de la Unión Europea, de Venezuela, del mundo. Todos saben quien está haciendo política, y de la buena. El Parlamento Europeo marca un antes y un después en la política internacional con el debate del miércoles sobre Venezuela y el voto el jueves reconociendo a Juan Guaidó legítimo presidente interino de Venezuela. El Parlamento Europeo da una lección de coherencia y de convicción.

¿Quién decía que el Parlamento Europeo no sirve para casi nada? ¿Quién decía que los eurodiputados no trabajan lo suficiente? Esta semana el Parlamento Europeo ha conseguido estar en las casas de todos los países de Europa, de todos los ciudadanos venezolanos, de Latinoamérica y del mundo entero.

Yo siempre he creído en el Parlamento Europeo, en su valor, en su voz, en su democracia representativa elevada al máximo, a la supranacionalidad. Es mi vocación e intento llevarlo a los ojos de los ciudadanos y hacerles ver dónde está, en lo más alto.

El proceso constituye una lección para las asignaturas de Historia de los sistemas políticos y de la doctrina política

El Parlamento Europeo dice a Guaidó, el proceso constituye una lección para las asignaturas de Historia de los sistemas políticos y de la doctrina política.

¿Quién dice que el Parlamento Europeo es lento? Desde luego, el ejemplo de capacidad de trabajo, acción e implementación, proclamación, para reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela muestra a lo grande cómo se hace política.

Los tiempos: el día 24 de enero Esteban González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo y vicepresidente primero del Grupo Popular Europeo, envía una carta al presidente Antonio Tajani y a todos sus compañeros eurodiputados resaltando la necesidad urgente de que en la sesión plenaria de la semana siguiente, días 30 y 31 en Bruselas, se celebre un debate sobre la situación de Venezuela seguido de resolución.

En una semana, se unen al Partido Popular Europeo (PPE) el grupo ALDE, los socialdemócratas y los conservadores. También algunos eurodiputados que se desligan de su partido para luchar por reconocer a Guaidó.

En la redacción de la resolución, algunos eurodiputados deben conjugar los tiempos y los matices que les dicta su partido nacional con su trabajo como eurodiputados, la prioridad es hacer política europea. El jueves, el Parlamento Europeo vota después de un debate el día anterior con discursos llenos de política y solidaridad con Venezuela y los venezolanos.

La votación: 439 votos a favor, 104 en contra y 88 abstenciones. La imagen del abanico de votaciones en pantalla se llena de puntitos verdes que son los votos de cada uno de nuestros eurodiputados.

El Parlamento Europeo ha dado una lección de respuesta inmediata ante un tema de política impregnado de democracia, de libertad y de humanidad. Ante los asuntos de nivel humanitario, los partidos deben responder sin titubeos, sin medias tintas, sin ambigüedad.

Es un deber trascender a los intereses de partido ante ciudadanos sufriendo, niños llorando, inocentes encarcelados y periodistas secuestrados; hay que responder con política, con corazón y razón, con seriedad, con fuerza y emoción. Los gobiernos de la UE tienen ahora que responder.

“El Parlamento Europeo reconoce como legítimo presidente interino de Venezuela a Juan Guaidó; “Es la primera institución europea en hacer este reconocimiento” así lo expuso Tajani ante un Parlamento lleno de eurodiputados, de 500 millones de ciudadanos.

El Parlamento Europeo ha enseñado a los gobiernos titubeantes cuál es la verdadera meta: vencer a Maduro y proclamar a Guaidó para recuperar la libertad

El Parlamento de la UE se ha reflejado en sí mismo, los eurodiputados de distintos grupos han negociado contrarreloj para hacer gran política de consenso. Su impacto es enorme. El PE ha enseñado a los Estados miembros, a los gobiernos titubeantes, cuál es la verdadera meta: vencer a Maduro y proclamar a Guaidó para recuperar la libertad defendiendo que un dictador no puede convocar elecciones porque fue elegido en unas elecciones fraudulentas que no validó la propia Unión Europea.

El hemiciclo europeo ha mostrado que es coherente con los valores que aclama la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea: libertad, igualdad, dignidad y solidaridad en el marco de la ciudadanía y de la justicia.

El Parlamento Europeo ha dado ejemplo de cómo un eurodiputado que cree en la democracia parlamentaria, en la política, en los valores que sustentan la acción política, en el Parlamento en el que trabaja y en los ciudadanos a los que representa, puede mover a su partido, a su grupo, a todos los grupos, a sus compañeros eurodiputados y a un Parlamento supranacional para proclamar a Juan Guaidó legítimo presidente de Venezuela. El Parlamento Europeo nos ha enseñado lo que es legitimidad democrática.

Nuestro Parlamento supranacional marca la hoja de ruta de los siguientes pasos: el reconocimiento de la Asamblea Nacional, la llamada a que las fuerzas armadas garanticen una transición pacífica y un paquete de ayuda urgente para todos los venezolanos.

La lección también abarca la confirmación de que la política nacional no es nada sin la política europea

La lección también abarca la confirmación de que la política nacional no es nada sin la política europea, que para las elecciones de mayo cada grupo tiene que elegir a los mejores y que el faro de la política europea en cada uno de los eurodiputados determinará el día a día de 500 millones de ciudadanos. La democracia representativa ha mostrado su capacidad y su poder. También su honor y razón de ser.

La gran mayoría de los ciudadanos nos sentimos orgullosos de la respuesta rápida del Parlamento Europeo ante la crisis política, económica y humanitaria que están viviendo los venezolanos. La credibilidad en la política y en los políticos ha subido de nivel a los ojos de los ciudadanos.

Creo que no hay mejor ejemplo para dar visibilidad a la relevancia de que los ciudadanos vayan a votar en las próximas elecciones europeas 2019 que el del Parlamento Europeo a Guaidó.


Susana del Río Villar es doctora en Ciencias Políticas, profesora del Máster Unión Europea del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.