La derecha aguanta. Las elecciones del 26-M han confirmado la victoria socialista en las generales con un triunfo claro de Josep Borrell en las elecciones europeas (20 escaños, ocho más que el PP). Pero también han demostrado que la derecha tiene una gran capacidad de resistencia. El foco estaba puesto en Madrid y, de hecho, algunas encuestas daban una victoria de las coaliciones de izquierdas tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, pronóstico que, de haberse confirmado, hubiera colocado al líder del PP en una situación insostenible.

Aunque no puede sentirse plenamente reconfortado de la derrota del 28-A, Pablo Casado es uno de los triunfadores de la noche: "Mañana empieza todo", dijo exultante desde el balcón de Génova. En las elecciones europeas, el PP casi ha doblado en votos a Ciudadanos y, en Madrid, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento, ha sacado más votos que el partido liderado por Albert Rivera, lo que, en principio, permitirá a los candidatos populares (Martínez Almeida y Díaz Ayuso) gobernar en coalición.

El líder del PP salva los muebles, aleja la posibilidad de que se conforme una oposición interna con capacidad para desbancarle y comienza una nueva etapa en la que necesariamente tendrá que hacer cambios. Pero no tendrá que pagar peajes, ni a Aznar, ni a Rajoy, porque estos resultados son plenamente suyos.

El PP no sólo logra poder gobernar en Madrid (que era lo más importante), sino que podrá mantener el gobierno -eso sí, en coalición- de comunidades como Castilla León, Aragón, Navarra o Murcia. Y también podrá gobernar en ciudades tan importantes como Málaga, Alicante, Granada, Jaén, Córdoba, Albacete, etc.

El presidente del gobierno lució anoche una amplia sonrisa cuando se presentó en la sede de Ferraz al lado de Borrell. "El PSOE se ha confirmado de largo como la primera fuerza política", afirmó. Es verdad que el PSOE ha recuperado poder y ha obtenido un gran resultado en Extremadura, Castilla La Mancha, Asturias, etc. Incluso ha tenido un magnífico resultado en la ciudad de Barcelona. Pedro Sánchez tiene motivos para estar satisfecho, pero sus dos apuestas en Madrid, Ángel Gabilondo y Pepu Hernández, no han alcanzado su propósito y han obtenido un discreto resultado. La derecha resiste y Sánchez le afea que necesite pactar con Vox para gobernar. El mal resultado de su socio de gobierno, Unidas Podemos y sus marcas, le quita presión a la hora de incorporar a sus miembros en el gobierno, aunque lo más probable es que termine por concederle algún sillón.

El triunfo de la derecha en Madrid equilibra en parte la derrota del 28-A. Borrell logra un gran triunfo en Europa, pero Carmena pierde la alcaldía y Gabilondo no logra la Comunidad.

La cara más amarga del buen resultado de la derecha en algunas comunidades y ayuntamientos es que tendrá que pactar con el partido nacional populista de Santiago Abascal. El gran reto para Casado va a ser recuperar los votos que ha perdido por su derecha en esta legislatura. No va a ser fácil, aunque los resultados de este domingo han demostrado que Vox ha perdido en apenas un mes gran parte de su fuerza.

Ciudadanos ha conseguido un buen resultado, pero no ha logrado el sorpasso al PP. Rivera tendrá que esperar y no lo va a tener fácil, porque el PP parece haber superado su momento más difícil. El poder es el mejor bálsamo para los políticos, y el PP ha mantenido e incluso aumentado el que ya tenía en comunidades y ayuntamientos.

Iglesias y Abascal son los grandes perdedores de la jornada del 26-M

Rivera se consolida como líder del tercer partido político en España, como una figura imprescindible para diseñar el mapa político, mientras que Pablo Iglesias se hunde un poco más tras el desastroso resultado del 28-A. Su empeño en mantener candidato propio en Madrid le ha hecho daño a las candidaturas de izquierda. El triunfo de Íñigo Errejón con su candidatura en la Comunidad es quizás la peor noticia para el líder de Unidas Podemos. Errejón ha dado un paso importante para convertirse a escala nacional en una alternativa sólida a la izquierda del PSOE.

Si Sánchez y Casado pueden considerarse como los ganadores del 26-M, Iglesias y Abascal son los grandes perdedores. Los ciudadanos han vuelto a poner las cosas en su sitio.