Leía el otro día a una tal Irantzu Varela despotricar contra El Irlandés, de Martin Scorsese. Decía lo siguiente: “Molaría si todavía soportáramos historias de señoros y sus movidas, en las que las mujeres sólo cocinan, crían, ponen cara de resignación y aguantan a mangarranes que no las tratan como a personas, siempre calladas”. Esta ciudadana -de afilada prosa y maneras armoniosas- no es una don nadie, sino que se ha convertido en uno de los rostros más conocidos del feminismo mediático nacional.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí