Ya nada nos sorprende, eso es cierto, casi nada. Todo vale. Escuchar a los independentistas plantear que se armonicen los impuestos al alza para que todos paguemos más, aunque no haga falta y así tapar los desmanes y la mala gestión de aquellos que solo saben despilfarrar sin que los ciudadanos, la sociedad civil, levantemos la voz y nos revelemos es una muestra clara de lo que hace unos días yo mismo describía como “España, una rana al baño María”.

No es solo desfachatez, es sobre todo hipocresía la de aquellos que piden armonizar, es decir igualar, los impuestos no a la altura del más eficiente sino del menos eficaz mientras luego, por supuesto, se desviven por reclamar sus diferencias en todo lo demás. Todos los impuestos iguales, pero con ellos, los que reclaman armonización, pagando embajadas propias y diferenciales, exigiendo que la educación no se armonice y mucho menos el idioma. Quieren armonizar los impuestos, pero desde luego no la política penitenciaria, ni la administración de justicia, ni nada de nada. ¿Es también una armonización asimétrica a la que se refieren?

Pero el colmo de la hipocresía ante la que, perplejos, los españoles no pestañeamos, es la del PNV que no contento con tener siempre lleno el cepillo de regalías a cambio de chantajes con sus votos (a Dios rogando y con el mazo dando) ahora aboga por la armonización fiscal para toda España excepto, como no, para el País Vasco que para eso tiene su propio concierto fiscal. ¿No les da vergüenza? ¿No nos da vergüenza?

Demagogia e hipocresía se han instalado en el debate político para justificar lo injustificable de esta legislatura frankestein mientras poco se habla de los datos reales. La realidad, afortunadamente es muy tozuda y los datos, a pesar de que poco se valoren son contundentes. En la ultima década, como puede verse en el cuadro adjunto publicado el 18/2/2020, Madrid ha aportado a pesar de sus pretendidos menores impuesto mas del triple de lo que lo ha hecho Cataluña. Mas importante aún es que cada madrileño, y me atrevo a decir que estamos orgullosos de ello tanto como muchos catalanes, ha contribuido con 2.500 euros a la solidaridad para el desarrollo del resto de armonioso de todas las comunidades autónomas (es decir ha pagado mas de lo que ha recibido) mientras que Cataluña (la Comunidad que, por ejemplo, mas IVA recauda) tan solo lo ha hecho con 1.119 euros por habitante. Es decir, menos de la mitad.

Del Pais Vasco, difícil hablar, dado que su complejo y ¿poco transparente? Modelo de financiación hace complicado, si no imposible, la comparativa.

¿Es de armonización fiscal de lo que hay que hablar o de armonizar la solidaridad y acordar de una vez un nuevo modelo de financiación autonómico?

Con los impuestos que se pagan en Madrid da para pagar sus servicios y gastos, pagar la sanidad y a la policía, los bomberos y los funcionarios y aun así ser la Comunidad que mas contribuye al fondo de solidaridad duplicando, como he mencionado, a los que reclaman eso que llaman el “Lost-Lost” en terminología empresarial y que no significa otra cosa que estar dispuesto a fastidiarse pagando mucho mas a cambio de que otros se fastidien tanto o más que yo. No señores políticos, no.

Las cosas no se hacen así en economía, y esto es economía. No creo que ningún catalán, valenciano o andaluz quieran eso, sino todo lo contrario. Mas bien pienso que querrán que todos los españoles aspiremos a poder  pagar menos impuestos, a que sus economías se refuercen, sean competitivas y sus administraciones autonómicas sean eficiente y ligeras. Dudo que en esta reclamación los independentistas, vengan de donde vengan ,representen a los ciudadanos (empresarios y trabajadores) catalanes, vascos o de cualquier otra comunidad sino una vez mas a sus intereses en enturbiar y confundir la política y profundizar en quebrar la convivencia polarizando a la sociedad.

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