Illa ya está haciendo campaña electoral, una campaña turronera y navideña centrada en que él vuelve a casa con bufanda de organillero o de hijo de Erasmus y le saludan el gato de la familia y los tenderos del pueblo o algo así, como si volviera a casa el panadero de Barrio Sésamo. Las vacunas todavía andan en el congelador con las croquetas, la tercera ola se cierne sobre nosotros con las 17 autonomías a su bola y con el Gobierno que sólo maneja la grapadora de la propaganda, rápida, aparatosa y estridente como un colt, y resulta que el ministro de Sanidad del país deviene en candidato regional y se dedica ya, con todo su esfuerzo, a esa campaña de volver al pueblo a saciar su morriña de butifarra. La misión de Illa es pactar con ERC, pero no tanto un gobierno en Cataluña como la tranquilidad en Moncloa. Comparada con esa alta misión, una pandemia es un estornudo en la política sanchista.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La Promesa: avance del episodio del lunes 28 de abril
- 2 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 3 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 4 Eugenia vuelve a La Promesa: RTVE adelanta los acontecimientos
- 5 Angelo Becciu, el cardenal que el papa quería vetar del cónclave
- 6 El "malmenorismo" con el que Iglesias quiere aniquilar a Yolanda Díaz
- 7 Susanna Griso da un toque de atención a Antonio Pelayo
- 8 Salomé Pradas denuncia la "inexactitud" de la transcripción de su declaración ante la jueza de la DANA y pide que se anule
- 9 Sánchez es un Trump muerto de hambre