Se diría que a algunos les sorprende que se suban a los coches exactamente como se subieron antes y que arrojen vallas exactamente como las arrojaron antes. El nacionalismo siempre está sorprendiendo a nuestros políticos moralistas o a nuestros moralistas de la política, y eso que no deja de repetirse, que todas sus batallas parecen reproducir las mismas fotos en mármol o en vivo, como escenas de Iwo Jima. Coches pisoteados como leyes, leyes apedreadas como coches; el discrepante acosado, marcado, agredido, expulsado de la ciudadanía, de la democracia; la democracia misma que empieza a entenderse y a predicarse sólo como coacción de las multitudes... El nacionalismo es consustancialmente violento, como un niño frustrado, pero esta violencia que además se repite como invariable coreografía no puede sorprender más que a los hipócritas.
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El juez se apoya en el informe de la UCO para continuar la investigación sobre el 'caso de Begoña Gómez'
- 2 La Justicia da otro varapalo a Marlaska y anula las medallas de la Policía de 2022
- 3 La Fiscalía señala a García Ortiz como "responsable" de la nota de prensa del novio de Ayuso y pide el archivo de la causa
- 4 Felipe González se desata en El Hormiguero: "No me quieren"
- 5 Guardiola advierte a Aragonès: "Unas nuevas elecciones es un lujo que no nos podemos permitir"
- 6 ING se adelanta al BCE y baja el precio de todas sus hipotecas
- 7 El PP contempla que Sánchez convoque generales si hay repetición en Cataluña
- 8 Santander rechaza el canal de televisión que proyecta Grupo Prisa
- 9 Bob Dylan: por sus letras le conoceréis