Ni Pere Aragonés ni nadie del gobierno de la Generalitat estuvo presente en el acto más importante que se haya celebrado en los últimos años para el futuro de Cataluña: la apuesta de Volkswagen para fabricar coches eléctricos en Martorell. El proyecto no sólo garantiza el futuro de Seat en un momento especialmente crítico para la industria del automóvil, sino que es el seguro de vida para decenas de miles de empleos de sus empresas auxiliares.

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