Hoy era imposible sustraerse al hecho de esa coincidencia en el calendario que llena horas de radio, TV, y ríos de tinta casi inútil salvo para referenciar al anecdotario popular. Un día de la semana y una cifra cuya combinación hasta fue nombre de un dúo cómico genial. Por cierto, recomiendo su (re)visión en redes. Qué buenos son.

Sí, es martes y 13 y eso me ha permitido recordar lo presente que está la suerte en la música. Desde Shakira moviendo las caderas hasta Los Secretos con su “amiga mala suerte” pasando por todo un Sinatra (ahí he tenido una gran tentación) con Lucky, Be A Lady, pero la letra que “la voz” hizo grande al cantarla… la verdad, se quedaba pequeña.

A veces la simplicidad cuesta, pero es nuestra mejor moneda para un mundo ya demasiado complicado

He preferido seguir buscando en el baúl de los vinilos para encontrar a alguien genial llamado Jason Mraz, con un tema sencillo y tierno, pero de una impecable realización. A veces la simplicidad cuesta, pero es nuestra mejor moneda para un mundo ya demasiado complicado.

Jason Thomas Mraz tuvo un boom importante hace (¿ya?) casi trece (claro) años con I’m yours, un tema que puede que algún día forme parte de nuestra florida selección. Lo merece. Pero poca labor divulgativa haría si no le diese también sitio a este encaje de cáñamo o bambú, de paseo por una ciudad llena de encanto o de guitarra al sol y de arena de una playa no demasiado lejana. Este martes y trece de primavera merece una canción dedicada a la suerte con pasajes como estos:

...Estoy navegando por el mar

Hacia una isla donde nos encontraremos

Oirás la música llenar el aire

Pondré una flor en tu cabello…

Como si fuéramos niños, dejando que sea el destino el que nos lleve. Una pieza sin demasiados arreglos y ninguna falta de autenticidad. Es una melodía cantada por un hombre de enorme sonrisa y buenísima voluntad que no se negó en cierta ocasión a grabar, en mi propio estudio, una versión de su éxito mundial más importante, cambiando la letra para mencionar en el estribillo al programa en el que servidor trabajaba. Lástima que la cabezonería de alguna de las grandes estrellas de la radio lo llevara, una vez producido y mezclado, a la papelera de reciclaje sin llegar a oídos de nadie.

Un ser vegano que lleva tatuada una instrucción tan perfecta en su sencillez como Be Love (Sé amor) no puede equivocarse al hablar de la suerte. Y no lo hace:

Ciento sesenta y cinco millones de visualizaciones tampoco se equivocan al dedicar tres minutos y veintiún segundos a escuchar a dos personas felicitarse por la buena suerte de encontrar el amor en un ser con el que conectan. Esa enorme causalidad que provoca que las almas se sientan unidas por esa curiosa y desconocida fuente de sabiduría que es la vida a cada paso.

Creo que no hay mejor forma de quitarse el “mal fario” de un día maldito según la tradición, que a golpe de música linda con mensajes de amor sencillos y claros.

Que tengas suerte. Sí, también hoy y también en el amor.