A Zapatero le van a hacer ahora el retrato oficial, el de quedar colgado en la historia igual que él quedaba colgado dentro de sus trajes. Uno se lo imagina ya en el marco, con gola de sonrisa borrosa como un Pierrot, con una sombra de luna menguante y empolvada en la cara, más la lagrimita de trébol de tinta china. El retrato nos costará 38.500 euros, que quizá parece mucho hasta que uno piensa que hacer un retrato de alguien que sonríe con las tristezas, o sonríe sin venir a cuento, o uno no sabe por qué sonríe, o es triste sin remedio, eso tiene que ser como hacer otra vez la Mona Lisa con un señor de León. Me pregunto cómo pintarán a Sánchez, cómo quedará Sánchez en la pinacoteca de la historia, quizá como un Napoleón de Zuloaga o un Superman de Warhol, o al revés. 

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