En Madrid, siempre de manifestódromo y cencerrada, como el Rastro de todos los desvanes, rapacerías y penurias de España, la gente espera a ver qué hace el PP ahora, en la protesta del sábado o en la presentación del libro de Cayetana. El partido da el morbo de las herencias familiares con velo, pañuelito, viñedo y sangre, y eso que todavía no hay nada que heredar, sólo una sede maldita, con cofres y fantasmas como confederados, y unas encuestas que Casado parece rebatir preparándose únicamente para la derrota, dos derrotas en realidad, ante Sánchez y ante Ayuso. Temen encontrarse y no encontrarse, ser criticados y ser ninguneados, ir a sonreír y que se les quede mueca de payaso con costura en la boca. El ambiente es enfermizo, pueril, vergonzoso. En Madrid ya esperan a ver qué hacen como si fueran princesas de Telecinco, ligues de Ronaldo, famosos de Bertín. Parece que en el PP no se preparan para gobernar, sino para contar sus agravios con patrocinio de yogures para cagar.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 Exteriores hace desaparecer de su web el mapa de Marruecos y Argelia en plenas negociaciones de las aduanas
- 2 El Supremo no descarta más imputados por la filtración
- 3 El amigo de Mohamed VI, el español que le juró “lealtad hasta la muerte”
- 4 Por qué Donal Trump quiere quedarse con Groenlandia
- 5 Mónica García sobre Muface: "Son las aseguradoras las que han decidido que los asegurados no son rentables"
- 6 Otro millón de viviendas sanchistas en el aire
- 7 Cuánto se cobra de pensión si nunca he cotizado
- 8 Minurso: un falaz espejismo del desierto o un caballo de Troya marroquí
- 9 Rodolfo Sancho cumple 50 años, ¿volverá a actuar?