El PP va ahora por ahí penante, descabezado y antinatural, como un guillotinado de guillotina de museo de cera. Casado ya no es nadie y Feijóo aún no puede ser nada, sólo un señor que se niega a sí mismo ante la prensa y que hasta se viste de particular raso o de ornitólogo de sus campos gallegos para no parecer el líder del partido, sino sólo que está esperando el autobús. Pero el PP no está ahora para esperar el autobús con frío de todas las estaciones y paciencia caligráfica de todos los relojes, o sea que uno se sigue preguntando para qué sirve este vacío de poder. Este interregno, con Génova como Chernóbil, como una manigua de muerte, es eso, un gran vacío que no se puede llenar con el cadáver salmantino que es Casado ni con este Feijóo que contesta a los periodistas como un jubilado que recoge setas y que pasaba por allí.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 La Promesa: avance del episodio del lunes 28 de abril
- 2 Pardo de Vera escoge a la exabogada del Estado del 'procés' y su mano derecha en Adif para defenderse en el 'caso Koldo'
- 3 El Gobierno aprueba la nueva ayuda de 200 euros para la crianza
- 4 Eugenia vuelve a La Promesa: RTVE adelanta los acontecimientos
- 5 Angelo Becciu, el cardenal que el papa quería vetar del cónclave
- 6 El "malmenorismo" con el que Iglesias quiere aniquilar a Yolanda Díaz
- 7 Susanna Griso da un toque de atención a Antonio Pelayo
- 8 Salomé Pradas denuncia la "inexactitud" de la transcripción de su declaración ante la jueza de la DANA y pide que se anule
- 9 Sánchez es un Trump muerto de hambre