El PP ha ganado las elecciones y ha conseguido 136 escaños (47 más de los que tenía hasta ahora), pero no ha conseguido lo fundamental: asegurar el cambio de Gobierno. Los 136 escaños del PP, sumados a los 33 de Vox a los dos de UPN y Coalición Canaria suman 171 escaños. Es decir, a cinco de la mayoría absoluta.

Al otro lado, el PSOE ha logrado un gran resultado, 122 escaños, dos más de los que tenía ahora. Con los escaños de Sumar (31) el bloque de izquierda acumula 153 escaños. Pero a ellos habría que sumarle los del PNV, Bildu, ERC y BNG, lo que da un total de 172 escaños. JxC ha dejado claro que no apoyará a Sánchez a cambio de nada. Y ese precio será tan alto (el referéndum) que es difícil que Sánchez se lo pague. Por tanto, estamos ante un escenario muy abierto en el que lo más probable es que ninguno de los dos bloques logre votos suficientes para gobernar.

Estamos ante un escenario muy abierto en el que lo más probable es que ninguno de los dos bloques logre votos suficientes para gobernar

Ninguna de las grandes encuestadoras ha acertado. Lo que está claro es que el PSOE ha hecho una buena campaña sobre todo en la segunda semana, y ha frustrado la victoria por mayoría absoluta de la derecha, que apuntaban la mayoría de los sondeos.

La razón de este cambio sobre las expectativas que se despertaron tras las elecciones del 28 de mayo está en los pactos del PP con Vox. La izquierda, el PSOE, ha movilizado a su electorado para evitar la llegada de Vox al Gobierno. Y ha conseguido su objetivo.

Los independentistas catalanes, aunque han retrocedido, sobre todo ERC, tienen la llave del próximo Gobierno. Bildu ha sido otro de los ganadores de la noche, superando en votos y escaños al PNV.

Una amarga victoria del PP y una dulce derrota del PSOE, que lo peor es que dejan al país en una situación de bloqueo y con muchas posibilidades de tener que repetir las elecciones.