La firma de análisis Gotham ha manifestado sus reservas sobre la contabilidad de Grifols, lo que ha provocado una brusca caída de su cotización, de casi el 26%, en una sola jornada. Inmediatamente nos viene a la memoria el caso Gowex en 2014, en el que Gotham descubrió un fraude contable, que llevó a la desaparición de lo que parecía una brillante e innovadora empresa. El éxito de Gotham entonces es lo que ha encendido todas las alertas con Grifols.

Gotham City es una pequeña firma que se dedica a analizar toda la información pública de sociedades cotizadas, intentando descubrir irregularidades. Tendrán una gran capacidad de manejo de datos y buenos conocimientos contables. No venden nada; simplemente, cuando encuentran algo que no cuadra, toman una posición corta en ese valor y publican su descubrimiento. Si su análisis es correcto el valor bajará con lo que su ganancia será precisamente el descenso de la cotización multiplicado por el número de acciones vendidas en corto. Si no está fundado y el valor sube perderán la subida y, además, se enfrentarán a responsabilidades administrativas y hasta penales por manipulación de mercados. Como solo ganan cuando la cotización baja se les acusa de buitres, despreciando el importantísimo papel en la eficiencia de los mercados. ¿Hasta dónde hubiese llegado el fraude de Gowex si no hubiera aparecido Gotham?

Con estos antecedentes, las diferencias entre Gowex y Grifols son muy notables. Gowex cotizaba en el segundo mercado de empresas en expansión y Grifols lo hace en el primer mercado y en EEUU con ADRs y es uno de los 35 valores españoles de mayor capitalización

Con estos antecedentes, las diferencias entre Gowex y Grifols son muy notables. Gowex cotizaba en el mercado BME Growth, o segundo mercado de empresas en expansión y Grifols lo hace en el primer mercado y en EEUU con ADRs y es uno de los 35 valores españoles de mayor capitalización y liquidez (IBEX 35). BME Growth técnicamente no es un mercado regulado sino un “Sistema Multilateral de Negociación”, distinción artificial impuesta por la regulación europea. Claro que es un mercado autorizado por la CNMV, pero la supervisión de su funcionamiento recae sobre su organismo rector. Se pretendía, con poco éxito en mi opinión, crear un mercado más ágil y sencillo en la admisión y funcionamiento, que abaratase los costes para sus participantes.

En ambos mercados es imprescindible que las contabilidades estén auditadas, pero en el mercado regulado dominan las llamadas cuatro grandes, como es el caso de Grifols con KPMG. No así en BME Growth, donde también trabajan otras auditoras más pequeñas. Además, las empresas que forman parte del IBEX 35 son objeto de análisis por muchos intermediarios y gestoras, por lo que un escándalo como el de Gowex es mucho más difícil que se produzca.

Todavía es pronto para saber cómo acabará este caso. Grifols lleva arrastrando un exceso de endeudamiento y ha realizado diversas operaciones para desprenderse de filiales a las que habían colocado deuda y que están controladas por la familia Grifols e, indirectamente, por la propia empresa. El mercado era conocedor de todo ello, incluso la CNMV, supervisor de este mercado, había pedido explicaciones a la sociedad y a su auditor. No parece que la sangre vaya a llegar al río: cuando se escriben estas líneas, el valor ha recuperado parte de lo perdido.