Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania, era el gran favorito para acompañar a Kamala Harris en el ticket presidencial. Está adquiriendo gran visibilidad en el Partido Demócrata, destaca como excelente orador y político, y además, es el gobernador de un estado prioritario en la próxima contienda electoral, Pensilvania, donde tiene una enorme valoración popular. Sin embargo, el candidato a vicepresidente será Tim Walz. Kamala Harris lo ha elegido por diferentes razones pero, sobre todo, por ser una persona normal.
Porque ese es su mayor carisma. Al contrario que Shapiro, Walz no parece un político, sino un profesor de secundaria, reservista de la Guardia Nacional o un entrenador de fútbol americano local. Precisamente, todo lo que es Tim Walz, originario de un diminuto pueblo de Nebraska, alguien como muchos otros del Medio Oeste. Solo que él ha llegado a ser gobernador de Minnesota y ahora es candidato a vicepresidente.
La elección de un "hombre normal" como compañero de fórmula de Harris obedece a diferentes razones. En primer lugar, la designación se explica porque Walz contrasta con la élite política tradicional de Washington, el arma que más usa Trump contra los demócratas. Walz, demócrata moderado como congresista (aunque más progresista como gobernador), sería lo más parecido a un conservador también tradicional, lejos de la radicalidad MAGA (Make America Great Again). Su designación intenta dejar sin un frente de ataque al candidato republicano.
En un contexto de polarización entre izquierda y derecha, Walz representa el centro, lo normal"
En segundo lugar, esta elección se debe a que la ideología moderada de Walz puede contrastar con las acusaciones de Trump a Harris de ser una izquierdista radical. Si hubiera escogido a Josh Shapiro, o Pete Buttigieg, se habría reforzado probablemente la narrativa de Trump. La mayoría de la población, la ciudadanía normal, es moderada. En un contexto de polarización entre izquierda o derecha, Walz representa el centro, lo normal. Otro frente contra Harris que Trump no podrá atacar de manera tan sencilla, aunque es indudable que lo intentará.
En tercer lugar, Walz es el elegido por Harris porque es un gran comunicador de la cotidianidad. Nadie como un profesor de secundaria para explicar conceptos complicados y para entender "el metro cuadrado" de la gente. En su primer mitin el martes, en Filadelfia ya dio muestras de ello al atacar a Trump: el ex presidente "nunca se ha tenido que sentar en la mesa de la cocina a hacer cuentas, sino en los clubes de campo para ver cómo recortar impuestos a sus amigos".
La pasada semana, además, mostró esa capacidad al crear el mayor frame contra el republicano, llamándolo "weird" (raro, estrafalario). Nada más sencillo de entender que este calificativo con el que describe al rival sin mencionar la extrema derecha, el populismo o ni siquiera una ideología. Son "raros", lo que significa que no son normales como el resto de los estadounidenses. Y cuando todos son raros, Walz destaca como el más normal, el más parecido a la ciudadanía.
En cuarto lugar, Walz es la viva imagen de la cercanía. Es un político que no parece un político sino una persona más a quien le gusta estar rodeado de gente. Saluda y abraza con naturalidad, como se refleja en las imágenes de sus encuentros con votantes. De nuevo, se trata de una visión alejada de los estándares de Washington. La naturalidad y la normalidad como mejor arma electoral en tiempos de postureo y desafección política.
En quinto lugar, Walz es lo más parecido al votante moderado republicano: blanco, de un estado rural, cazador, con familia, moderado, y además ha logrado éxitos con programas políticos dirigidos a las clases medias rurales. Ha vencido en condados republicanos, y puede abrir una puerta para lograr la simpatía en estados del Rust Belt como Michigan, Wisconsin o Pensilvania.
Parece que Kamala Harris al elegir a su candidato a vicepresidente ha pensado: ¿con quién se iría el estadounidense medio a tomar una cerveza? Tim Walz sería siempre la respuesta.
Xavier Peytibi es consultor político en Ideograma, doctor en Ciencia Política y autor de la newsletter Política Creativa. Ha escrito Las campañas conectadas: Comunicación política en campaña electoral. Lea aquí todos sus artículos en El Independiente.
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hace 1 mes
Cuando uno lee un artículo de estos gacetilleros políticos apesebrados llamados «consultores», se da cuenta de la pobreza del debate político. Resulta que el principal argumento para votar a favor de Kemala es ser mujer y negra, como si eso fuera un mérito, las cuestiones identitarias por encima del talento y la gestión. Por supuesto no comentarán como ha estado desaparecida durante estos últimos 4 años, como ha contribuido a ocultar el deterioro cognitivo de Biden, su nulo bagaje político y su fracaso en la gestión de la crisis de la frontera.
Y ahora el principal mérito de Walz es ser «un hombre normal» que le gusta saludar, es de un estado rural y le gusta la caza. El marketing por encima del mérito. Si esto es lo máximo que puede ofrecer, aviados estamos.
El próximo candidato demócrata debe ser un trans no binario racializado y discapacitado. Así se cumplen todas las cuotas identitarias.
hace 1 mes
EEUU necesita a Trump. Estuvo 4 años al frente de la nación y fue un Presidente ejemplar; otra cosa es que moleste a las élites izquierdistas porque no se arredra ante sus ataques.