La propaganda de Nueva Zambia del Norte funciona estos días a pleno rendimiento. No han sido días fáciles en este lugar del mundo, que las guías turísticas destacan por su buen clima y sus playas de arena amarilla, pero que se enfrenta a desafíos internos que amenazan su estabilidad. Uno de los ministros nova-zambianos advirtió el pasado domingo de que su vía férrea había sufrido un sabotaje. Habían desaparecido varios metros de cable en “cuatro puntos distintos” de la infraestructura y, a la vez, se había producido un incidente en la catenaria. Esa tarde, aparecieron negros nubarrones en el cielo y los anunciadores más agoreros advirtieron de un nuevo ataque por parte de sus enemigos, que tienen horrendas formas monstruosas y peores intenciones. Ese día, más de 10.000 personas y 30 trenes se vieron afectados por el juju que lanzaron a las flechas plateadas que recorren las rutas ferroviarias.
El ministro se desplazó a las pocas horas al lugar del gran sabotaje y, ataviado con un casco y un chaleco amarillo, explicó que se estaban investigando las posibles causas del suceso, sin que pudiera descartarse ninguna hipótesis. Esta frase se ha popularizado en Nueva Zambia del Norte últimamente. Lo mismo sirve para explicar un apagón que para añadir emoción a uno de los 4.400 robos de cobre que se producen al año en la vía del tren…; que para salir al paso de una infidelidad. El caso es que, cuando el ministro novozambiano pronunció esas palabras, los contertulios más cercanos al Gobierno clamaron a la vez: “Esto huele muy mal. Esto huele a sabotaje. A acción premeditada para alterar la normalidad. A Vietcong, a ludita, a Anonymous...”.
Al día siguiente, cuando el cuerpo policial de Nueva Zambia del Norte comenzó a investigar lo sucedido como un robo, uno de esos tertulianos, se desdijo de una forma que en esa monarquía tropical -la única del Continente, junto con la de sus vecinos Suazilandia y Lesoto- resulta legítima. “No tengo ni idea de cómo funciona la famosa catenaria y espero que se llegue hasta el final en la investigación”.
Escuchó la frase la presentadora de ese programa -que se emite en la televisión pública, RTVNZdN-, quien unas horas antes había dado por buena la teoría del “sabotaje”. La cuenta oficial en redes sociales del partido del Gobierno abundó en esa posibilidad y recordó que un opositor con aspecto de príncipe alauita y malas intenciones, un tal Alvise, había sugerido en el pasado la posibilidad de atacar aeropuertos y estaciones de tren en señal de protesta con el presidente.
A la vista que lo del sabotaje perdía fuerza en el discurso oficial, todos matizaron sus palabras. Lo hicieron a la vez, con una sincronización similar a la de un orfeón. Como recitadores, papagayos, cacatúas, ninfas y corifeos. "Se están investigando las posibles causas del suceso y parece un robo, aunque no puede descartarse ninguna hipótesis".
Un paraíso tropical
Todos estos periodistas y colaboradores -en el sentido más amplio del término- son especialistas en estadística oficial. Hablan constantemente de crecimiento económico, de robustos escudos sociales y de respuesta inmediata ante los imprevistos y adversidades que se puedan presentar. Una parte de los habitantes de Nueva Zambia del Norte parece creer en esas consignas, que suelen advertir casi a cada minuto sobre la fiereza del enemigo del pueblo.
Los observadores independientes escuchan con escepticismo e interpretan con sorna todos estos mensajes propagandísticos, que no se corresponden con imágenes como la de los coches apilados en el lugar donde se produjo una gran tormenta, hace seis meses, o con el gran corte de luz de finales de abril.
Los turistas más bienintencionados observan que, pese a las penurias y el deterioro evidente del espacio público, la conversación y las infraestructuras, los habitantes de Nueva Zambia del Norte cantan, bailan, hacen congas y se graban en vídeo en mitad de la adversidad con una sonrisa en la cara. Una pareja de alemanes, jubilados, comentaba: “Mírales, no tienen nada y son felices. Deberíamos aprender mucho de ellos”.
Los muertos por el cambio climático
Este miércoles por la mañana, la televisión pública de Nueva Zambia del Norte conectaba con el Congreso de los Diputados a los pocos minutos de terminar de analizar la última hora del gran sabotaje del enemigo del pueblo. Había expectación por escuchar al presidente después del gran apagón, del gran sabotaje, del anuncio de reforma de la Constitución que había lanzado un día antes y del lanzamiento de una consulta pública para decidir si aprobaba la fusión entre dos bancos.
El caso es que el presidente no abundó en detalles sobre el gran sabotaje y sobre el presunto grupo organizado que pudo alterar la catenaria, “sea lo que sea eso”. El líder de Nueva Zambia del Norte se centró en el análisis político-espiritual del día en que se fue la luz y aseguró que los técnicos de su Gobierno analizan en este momento muchos millones de datos -que se detectaron en un intervalo de 5 segundos- para intentar dilucidar lo que ocurrió. Se intentará, vino a decir al respecto, ante la carcajada de los observadores independientes, resabiados, y las dudas de su ministra de la cuestión ecológica y energética, que avisó de que, a lo mejor, nunca jamás se llega a saber el motivo por el cual se fue la luz. En todo caso, no antes de medio año.
Durante el discurso, el presidente negó que las minas de uranio que existen en Nueva Zambia del Norte sean reales, incluso aunque se llegara a fundar una empresa para explotar este mineral. Aplaudido por los suyos, también lanzó un mensaje de recuerdo a las más de 8.000 personas que mata cada año el cambio climático, el cual vinculó al apagón -que sólo mató a 5- con una pirueta argumental que recordó a aquella de otro líder de república tropical, allá por Nueva Granada, quien, atacado por su pueblo después de que se escacharrara la luz por enésima vez, afirmó que todo se debía a un “ataque electromagnético”. En otra ocasión, habló de “sabotaje”.
Allí también se ve al pueblo bailar bachata, pese a las penurias del día a día, que son mucho mayores que las de Nueva Zambia del Norte. Por eso, desde esta monarquía tropical africana, al mirar desde la distancia la situación, las danzas, las sonrisas y los tragos de ron, a veces se lanzan mensajes que alaban esa actitud desde la distancia. “Mírales, no tienen nada, pero son felices”. Lo que no saben desde Nueva Zambia del Norte es que, a lo mejor, tras el gran apagón que sufrieron en abril, que estuvo sucedido por congas y celebraciones callejeras, han comenzado a decir lo mismo de ellos desde otros países. Desde el grupo de los desarrollados.
Decía Noam Chomsky que la propaganda siempre se observa mejor desde la distancia que en la cercanía. Cuesta verla cuando la lanzan los propios, pero se distingue bastante bien cuando la lanza Kim Jong-Un. Los observadores independientes se han sobrepuesto a este fenómeno en Nueva Zambia del Norte. Los que trincan del régimen -periodistas (muy) corruptos incluidos- y los menos avispados todavía siguen culpando al enemigo interno de sabotajes, deterioros e incidentes.
Te puede interesar
4 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 2 horas
Articulo simplemente genial.
Enhorabuena al periodista y gracias por recordar que aún quedan buenos profesionales .
hace 3 horas
ESPAÑA ES YA UNA REPÚBLICA BANANERA BOLIVARANA :
«Las constantes mentiras de este JOKER PSICOPÁTICO pueden llenar páginas enteras, sólo cabe recordar la insistencia con que negaba que fuese a aliarse con ETA, cuando después hemos visto la cercanía y la cordialidad con que se trata con EH-BILDU, hasta el punto de haber convertido a los HEREDEROS DE LOS TERRORISTAS EN SU SOCIO PREFERIDO, creando un «Cordón Sanitario» para excluir a las víctimas de esos terroristas.
Su desvergüenza al irse a negociar con un Prófugo de la Justicia, Líder de los Golpistas Catalanes, al extranjero, y con un Supervisor Salvadoreño. Su descarada forma de hacer que todas las Instituciones del Estado estén absolutamente a su servicio, y CUANDO DECIMOS TODAS SE QUIERE DECIR «TODAS», colocando a su cabeza a los súbditos más fieles a su persona.
El ÚNICO Y PRIMORDIAL OBJETIVO POLÍTICO DE ESTE ASPIRANTE A DICTADOR va un paso más allá de lograr una Confrontación Guerracivilista entre Españoles, es, ni más ni menos, lograr la desaparición de ESPAÑA tal y como ha existido hasta ahora para convertirla en una REPÚBLICA BANANERA BOLIVARIANA».
hace 4 horas
Grande Ruben, pedazo articulo. El yuyu que les da la ultra-turbo-maxima-extrema derecha, produce el efecto deseado: «Sabotage», la gran película que se ha montado La PSOE, protagonizada por Aznar,Feijoo, Abascal y por supuesto Ayuso. En las salas de Ferraz (Madrid), reposición de la pélicula el gran «Apagón», protagonizada por Amancio Ortega y Juan Roig, proximamente en RTVE, gran estreno de la Familia de La PSOE y documental como llegar a final de mes sin luz, agua, gasolina y comida.
hace 6 horas
Como siempre, inspiradísimo artículo. No diría que no tenemos nada en Nueva Zambia del Norte, señor Arranz, tenemos su columna.