Leire Díez, la conocida como 'fontanera' de Ferraz, no es una militante más del PSOE, como pretende hacer creer el aparato del partido. Jugaba, hasta ahora, un papel clave a las ordenes del secretario de Organización, Santos Cerdán.

Según publica hoy en exclusiva El Independiente, Díez se reunió a partir del pasado verano en diversas ocasiones con Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont y una persona de su entera confianza. Las reuniones -en alguna ocasión sólo acudió el empresario Javier Pérez Dolset, en otras, acompañado por su abogado Jacobo Teijelo- tuvieron un doble fin: por un lado, obtener información sobre la denominada Operación Cataluña, para echar basura sobre la denominada policía patriótica (aunque sobre ese tema me temo que es Pérez Dolset el que sabe más); por otro, rebajar el tono de Junts en su relación con el Gobierno de Pedro Sánchez.

La relación del presidente Sánchez con Puigdemont ha sido un tema privativo de Cerdán. Fue el secretario de Organización el que logró el acuerdo por el que Junts respaldó la investidura de Sánchez en 2023. Posteriormente, Cerdán se ha reunido de manera regular fuera de España con el ex presidente de la Generalitat.

De hecho, el 20 de septiembre de 2024, fecha en torno a la cual comenzaron los contactos de 'la fontanera' con Boye, Cerdán se reunió en Suiza con Puigdemont. Junts acaba de darle un disgusto al Gobierno al votar en contra de la ley para limitar los alquileres temporales y había dejado claro que no apoyaría los presupuestos.

En ese contexto, Leire Díez y Boye jugaban el papel de engrasadores de la negociación que, a alto nivel, correspondía a Cerdán y Puigdemont. Si la 'fontanera' no hubiera tenido el respaldo del secretario de Organización del PSOE Boye no la hubiera recibido. Está claro que ambos eran una especie de sherpas de sus respectivos jefes para encauzar la negociación entre ambos partidos.

Leire Díez no podía tener interlocución directa con Gonzalo Boye sin la autorización de Santos Cerdán

Con una diferencia de matiz importante, además del rango: Leire Díez podía abordar temas espinosos que Cerdán no tocaba cuando se reunía con Puigdemont. Entre otros, la guerra sucia contra fiscales, políticos y mandos de la UCO.

Díez lleva años trabajando junto al empresario Pérez Dolset en el rastreo de información comprometida para la Fiscalía Anticorrupción y para la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. En ese tiempo, el equipo -Díez & Pérez Dolset-, con la participación del abogado Teijelo, ha recabado el abundante material que atesoraba el ex comisario Villarejo. Pero, a partir de finales de 2024, el equipo se centró en desacreditar a la UCO, que actúa como Policía Judicial en los casos que más preocupan al presidente del Gobierno.

Leire Díez dio su salto desde el PSOE de Cantabria a la empresa pública una vez que Sánchez llegó a Moncloa. Primero, entró en Enusa, dependiente de la Sepi; después trabajó como responsable de relaciones institucionales, en Correos, empresa que estaba presidida hasta 2024 por Juan Manuel Serrano, ex jefe de Gabinete de Pedro Sánchez. Esos chollos no le tocan a un militante cualquiera.

La timidez del aparato del PSOE a la hora de tomar medidas contra una militante que, según los audios conocidos, ha actuado como si fuera miembro de una banda mafiosa, se debe precisamente a su papel como instrumento de Santos Cerdán. El aparato disciplinario del partido depende directamente de su secretario de Organización. Si cae la 'fontanera', caerá su jefe.