¡Lo que faltaba! El CNI metido en la operación para desacreditar al teniente coronel de la UCO Antonio Balas, que dirige el grupo que investiga asuntos relacionados con la corrupción y que está al cargo de los temas que más preocupan al presidente del Gobierno. Eso, al menos, deslizó el empresario Javier Pérez Dolset en una entrevista con Risto Mejide en su programa Todo es mentira (Cuatro).

PUBLICIDAD

Recordemos la escena. A finales del pasado mes de febrero se reunieron en el despacho del abogado Jacobo Teijelo el empresario Pérez Dolset y la militante socialista Leire Díez (conocida como la "fontanera" de Ferraz) para mantener una conversación con Alejandro Hamlyn, industrial dedicado a la compraventa de hidrocarburos y acusado de defraudar a Hacienda 154 millones. Hamlyn participó en la reunión por video conferencia, ya que desde hace meses se encuentra refugiado en Dubai.

En dicha reunión, Leire Díez interpeló a Hamlyn sobre el teniente coronel Balas ("¿Qué sabes de Balas?"), en el contexto de que la UCO es como "la camorra". A cambio de información del empresario comprometedora para el teniente coronel Balas, la "fontanera" de Ferraz le ofreció mediar ante la Fiscalía para que se resolvieran sus problemas. Hamlyn se vino arriba y llegó a decir: "Con una cosa que te dé (sobre Balas) ya está, está muerto".

Pues bien, en aquella jugosa reunión había más gente, además de los ya mencionados. Entre otros, J. F., ex agente del CNI hasta 2017.

¿Qué hacía allí el ex agente de los servicios de inteligencia? ¿Formaba parte de la operación para desacreditar a la UCO? ¿Aportó acaso datos sobre el teniente coronel Balas?

El CNI cree que un ex agente acudió engañado a la reunión en la que Leire Díez pidió información para cargarse al teniente coronel Balas

No. Según fuentes cercanas al CNI, F. acudió al despacho de Teijelo a petición de un conocido de Hamlyn, que le había pedido que le presentase al abogado. Estuvo en la mesa que aparece en el vídeo durante unos minutos y, cuando vio el cariz que estaba tomando la conversación, se marchó.

Él mismo informó posteriormente al CNI de lo que consideró como una "encerrona". El Centro cree que, en efecto, se trata de una trampa para hacer creer a los implicados que en la operación contra la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil también había agentes de los servicios secretos españoles.

Por eso, en el seno del CNI hay un enfado estratosférico con F. (por su ingenuidad) y con el abogado Teijelo, a quien consideran como autor de la añagaza para meter a su ex agente en una reunión conspirativa contra la unidad de élite de la Benemérita.

Como puede comprobarse por lo que estamos viendo, existen enormes intereses para que las investigaciones de la UCO no lleguen a término.

Llama la atención que tres ministros (uno de ellos, Óscar López, el encargado de seleccionar a los medios a los que el Gobierno subvenciona) mantengan sin rectificar, cuatro días después de haberse desmontado el bulo, que el capitán Bonilla (ex de la UCO, ahora en la Comunidad de Madrid) quería poner una bomba lapa al presidente Sánchez.

¿A qué tanto empeño, tanta torpeza? Probablemente, tendrá razón Emiliano García Page cuando afirma que "lo peor está por salir".

PUBLICIDAD