Músico excepcional, erudito, compositor y poeta, fue uno de los principales pioneros de la música árabe-andaluza en el siglo IX. Reconocido por introducir el laúd en Andalucía, también es célebre por su refinamiento. Te cuento la historia de Zyriab con Córdoba, estamos en el siglo IX.

En Córdoba, todas las condiciones eran propicias para que los artesanos y promotores de la cultura se expresaran ampliamente, pero con relevancia, ya que la plaza era un teatro famoso que recibía a los mejores de todo el mundo.

Así fue el caso de Zyriab, cuyo nombre real era Abu Hassan Ali Ibn Nafi. Él llegó desde Bagdad durante la época de los abasíes. Como recordatorio, los califas abasíes sucedieron a los califas omeyas, pero esto no implicó su desalojo de Al-Ándalus.

Le apodaban Ziryab "pájaro negro" por su tez muy oscura, la claridad de su voz y "la dulzura de su carácter". Por ello, la mayoría de los investigadores en la materia aceptan que era de origen africano. Su regreso a tierras africanas tras su mala fortuna en Irak es otro hecho que apoya esta tesis.

Bagdad, de donde procedía Zyriab, era un centro global de cultura, arte y ciencia. Su gobernante más célebre fue Harun al-Rashid. Harun era un amante de la música y solía invitar a numerosos cantantes y músicos al palacio para entretener a sus invitados.

Siendo aún estudiante, Zyriab se presentó ante la corte y se tomó ciertas libertades con el califa para demostrar su maestría en la música. Comenzó sacando su propio laúd, el cual había mejorado con una cuerda adicional y un interior con forma de almendra. Esta secuencia le valió la ira de su maestro, Isaaq al Mawsili y su presencia se volvió comprometedora.

"Zyriab: El Encantamiento cultural que Conquistó Córdoba" en 822

El viaje no fue fácil, y Zyriab tuvo que sufrir para poder presentarse ante la corte andaluza. El Hakem, con quien Zyriab tenía un acuerdo para actuar en Andalucía, acababa de fallecer. Sin embargo, Abu al-Nasr Mansur, músico judío de la corte real de Córdoba, lo recomendó encarecidamente cerca del sucesor de El Hakem.

Abdurrahmán II asumió la responsabilidad de Ziryab, brindándole rentas acordes a sus habilidades y conocimientos. La meta de Abdurrahman era difundir la cultura por las tierras andalusíes, y reconoció en Ziryab a un excelente promotor. Este último llegó a tener un estatus casi equivalente al de un ministro de cultura.

Su primer proyecto fue fundar una escuela de música, que abrió sus puertas no sólo a los niños de las clases altas, sino también a los artistas de las clases bajas de la corte. El conservatorio profesional musico actual lleva su nombre.

Las creaciones e invenciones de Zyriab en Córdoba no existían en ningún otro lugar del mundo

La escuela de Ziryab promovía la experimentación con estilos musicales e instrumentos, además de enseñar renombrados estilos de todo el mundo. A lo largo de su trayectoria, Zyriab empezó a introducir sus innovaciones, lo que le permitió consolidar su reputación como el pionero de la tradición musical en la España musulmana.

Estableció las normas que rigen la interpretación de las Nubas, una importante forma de música arábigo-andaluza que ha perdurado hasta nuestros días en la música clásica del norte de África, Ziryab creó 24 nubas, una para cada hora del día, similares a los ragas clásicos de la India. La estructura de las nubas se hizo muy popular entre la comunidad cristiana española y ejerció una influencia significativa en el desarrollo de la música medieval europea.

Zyriab se sabía de memoria sus numerosas canciones, además de ser un excelente poeta y orador, adaptando sus conocimientos de su juventud en Bagdad al contexto cordobés, donde se reunió un gran número de eruditos de todo el mundo. Sus nuevas ideas tuvieron resonancia en la tierra de los francos, en Alemania, el norte de Italia y más allá.

Monumento a Ziryab en Córdoba.

Sabiduría culinaria

Su sutileza musical le otorgó un nivel de refinamiento que se extendió a varios aspectos de la vida cotidiana. Contribuyó a la elevación de los cordobeses en el arte de la mesa. Zyriab, además, revolucionó el arte culinario al desarrollar recetas utilizando condimentos de la Península Ibérica. Inspirándose en la gastronomía de Bagdad de esa época, creó banquetes exquisitos. Introdujo tres secuencias de comidas: el aperitivo o entrante, que incluía sopas o caldos; el plato principal, que consistía en platos de pescados, aves o carnes; y el postre, compuesto por frutas, dulces y tazones de pistachos y otros frutos secos.

Este método de presentación, totalmente innovador, no se observaba en ningún otro lugar, ni siquiera en Bagdad o Damasco. Poco a poco fue ganando popularidad, primero entre las clases dirigentes y los comerciantes ricos, luego entre los cristianos, los judíos e incluso el campesinado. Con el tiempo, esta costumbre se convirtió en la norma en toda Europa.

También creó cadenas de valor para sus creaciones, animando a los artesanos cordobeses a desarrollar vajillas y utensilios. Revisó prácticamente todo el arte de los utensilios y los cubiertos de mesa.

El gusto por la higiene

Prestó especial atención al cuidado del cuerpo, el afeitado para los hombres, la pasta dentífrica para los dientes y la sal para limpiar la ropa. Inventó las peluquerías femeninas, en las que también se vendían productos para el cuidado de la piel, la depilación, el corte de cejas y la preparación de perfumes.

La mujer cordobesa se destacó como pionera en el arte de la coquetería, cuyas prácticas sofisticadas le concedieron un estatus moderno de mujer altamente emancipada gracias a las innovaciones inspiradas por Zyriab.

Fue pionero en las tendencias de ropa de temporada, introduciendo colores vivos para el otoño y la primavera y el blanco para el verano, blusas y vestidos para las mujeres, y camisas y pantalones para los hombres. También popularizó el uso de seda de colores y pieles en invierno. También poseía el don de revisar las practicas existentes y añadirles un toque sutil y moderno acorde al estatus de Córdoba de la época. Zyriab fue un intelectual y un gran innovador en el arte de vivir.

Asesor político

Políticamente, asesoró a Abdurahmán II, aportando sus conocimientos sobre los modelos políticos que debía adoptar para mejorar la imagen del califato y permitirle consolidar su supereminencia política.

Por otra parte, Zyriab realizó una importante contribución a la ciencia al propiciar la llegada de grandes astrólogos, médicos y filósofos orientales, con el fin de difundir sus conocimientos a los cordobeses.

En tiempos de Abdulrahman III y hacia finales del primer milenio, la influencia de Zyriab había establecido Córdoba como un centro intelectual de gran sofisticación en Europa. A principios del segundo milenio, Córdoba se había convertido en uno de los centros más visibles del mundo, atrayendo a jóvenes de toda Europa, el norte de África, Oriente Próximo y Asia Menor para estudiar ciencias y aprender las mejores formas de vivir.

De ahí el renombre de Córdoba en aquella época.

Córdoba, donde vivo actualmente, ha mantenido intactos todos estos activos para restaurar su alta reputación.


Djamal Eddine Bou Abdallah es economista y empresario