Hace 35 años, el 3 de octubre de 1990, tuvo lugar la unificación alemana como consecuencia de la caída del Muro de Berlín el año anterior lo que arrastró la caída del “Telón de Acero” que dividió durante medio siglo a Europa en una libre y otra sin libertades controlada por Rusia, entonces soviética.
En la siguiente década la URSS y la propia Rusia explotarían, la UE y la OTAN se ampliarían. Hay quienes aseguran que el Secretario de Estado americano Jim Baker prometió al Presidente de la URSS Mijaíl Gorbachov que la OTAN no se ampliaría hacia el Este. Eso es falso.
Argumentan una conversación entre los dos el 9 de febrero de 1990 cuando Baker pronunció el famoso “ni una pulgada hacia el Este”. La conversación fue objeto de una nota del Departamento de Estado. Recoge una conversación, no una negociación, con tanteos previos del mismo modo que los había con otros actores acerca de la unificación alemana que es de lo que trataron Baker y Gorbachov.
La disolución del pacto de Varsovia tuvo lugar en julio de 1991, bastante después de esta conversación (la de Rusia en diciembre de 1991). La unificación de las dos Alemanias fue firmada por ellas en agosto de 1990, el acuerdo “2+4” (las dos Alemanias y las cuatro potencias ocupantes, EEUU, Francia, Reino Unido y la Unión Soviética), que permitió esa unión, en septiembre de 1990 y la ratificación parlamentaria de la unión alemana tuvo lugar el 3 de octubre de ese año.
Baker no podía referirse en febrero de 1990 a una ampliación de la OTAN con otros miembros que antes estuvieran en la órbita soviética ya que el Pacto de Varsovia seguía existiendo en ese momento
Por si sola la unificación alemana era ya un asunto enorme por gestionar y había países reacios a ello. Habla Baker exclusivamente de no extender la “jurisdicción de las Fuerzas Armadas de la OTAN hacia el Este” (there would be no extension of NATO´s jurisdiction for forces of NATO one inch to the East), por lo tanto, se refiere a la parte oriental de la Alemania unificada. No habla de ampliación o no de la Alianza. La Alemania del Este desaparecerá fundiéndose en la RFA con un proceso de unificación que en realidad fue de absorción y por el cual la RDA ingresó en todos los organismos de los que era parte la RFA, entre ellos la OTAN ya que las cuatro potencias ocupantes aceptarían que esta Alemania unificada fuese miembro de la Alianza Atlántica.
La membresía en la OTAN de otros Estados europeos no estaba en la agenda de esta conversación porque el Pacto de Varsovia seguía vigente. Su disolución tuvo lugar un año y medio después y la primera ampliación de la Alianza no tuvo lugar hasta 1999 cuando ingresaron Polonia, Hungría y la República Checa.
La preocupación por tranquilizar a los vecinos a la que alude Baker (We understand the need for assurances to the countries of the East) es una referencia a que, en el territorio oriental de la nueva Alemania unificada, con todo su espacio en la OTAN, por esa necesidad de seguridad para sus vecinos miembros del Pacto de Varsovia, no se extendería a esa parte oriental de la nueva Alemania la jurisdicción de las Fuerzas Armadas de la OTAN.
Hay que considerar, asimismo, que tras la unificación alemana permanecieron aún durante cuatro años 400.000 militares rusos antes de poderlos repatriar gradualmente con una financiación parcial alemana para construirles viviendas en Rusia. No iban estos militares rusos a verse sometidos, evidentemente, a la jurisdicción militar de los Cuarteles Generales de la OTAN. El contexto y objeto de la conversación Baker-Gorbachov es la unificación alemana. La no extensión de la “jurisdicción de las Fuerzas” de la OTAN solo puede referirse a la Alemania del Este que será unificada con la del Oeste que ya está en la OTAN.
Baker, aboga por que Alemania, la nueva, formada por las dos Alemanias que se van a unificar (aún no lo han hecho a fecha de esta conversación), siga en la OTAN y no sea un Estado neutral que pudiera pretender dotarse del arma nuclear e invita a Gorbachov a reflexionar sobre estas cuestiones y el ruso dice que lo hará. En esta conversación no hay ningún acuerdo entre el americano y el ruso.
No se trata de no desplegar fuerzas de la Alianza sino ni siquiera de ejercer la jurisdicción militar en esa parte oriental de Alemania que quedará en todo caso, eso sí, en el seno de la OTAN y bajo la jurisdicción política del Consejo Atlántico, órgano supremo de la Alianza y donde están todos sus miembros y el Secretario General. Como dice Baker, no hay intención de aprovecharse (We seek no unilateral advantage of this process), pero solo se refiere al proceso de la unificación de las dos Alemanias.
Baker no mintió a Gorbachov ni se violó ningún compromiso con las ampliaciones de la OTAN
En La Casa Blanca, Scowcroft, Consejero de Seguridad Nacional, se opondría en su momento a no ampliar la OTAN con nuevos miembros que fuesen antiguos países del Pacto si lo solicitasen y el Presidente Bush Sr. le dio la razón.
No hay que olvidar el golpe de Estado contra Gorbachov de agosto de 1991. Hizo ver que las reformas de la aún URSS eran reversibles, lo que introdujo un factor de enorme desconfianza tanto en los futuros antiguos miembros del Pacto de Varsovia como en toda Europa Occidental, una desconfianza que reforzaría ampliar la OTAN como desearían más adelante los antiguos miembros del Pacto.
Tampoco tendría sentido una UE protegida parcialmente por la OTAN y con otra parte desprotegida. Menos aún que media Alemania estuviese en la OTAN y la otra no. La OTAN no acordó nunca que la Alianza no se ampliaría. Lo que hizo fue tomar la decisión unilateral de no realizar en los territorios de los antiguos miembros del Pacto despliegues militares permanentes ni de armamento nuclear (tras la invasión rusa de Ucrania esos compromisos decayeron). Como la RDA ingresaba por la puerta de atrás en la OTAN (y en la UE), no se le podría negar tampoco más adelante la misma protección a los demás antiguos miembros europeos del Pacto temerosos de Rusia.
La retirada de las Fuerzas soviéticas de Alemania se culminó en 1994. En ausencia de militares rusos ya podía la OTAN ejercer esa jurisdicción militar de sus Fuerzas en la parte oriental de Alemania no siendo ello tampoco una preocupación para los países vecinos que ya no pertenecían al Pacto de Varsovia y deseaban ingresar en la Alianza.
Carlos Miranda, Embajador de España
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