Pedro Sánchez ha vuelto a España tras sus vacaciones en EEUU con energías renovadas. El ex líder del PSOE se plantea la posibilidad de intentar recuperar la Secretaría General del PSOE, aunque mide sus tiempos. Para empezar, prevé aguardar hasta la celebración del Comité Federal del partido del domingo para dar su primer paso. Por este motivo, no se le espera en reuniones como la de los grupos parlamentarios el martes con la Gestora ni en el propio Comité Federal, al que podría asistir en su calidad de ex secretario general. Una vez que el partido se pronuncie, ya sea aprobando la abstención a Rajoy o manteniendo el no a su Gobierno, Sánchez empezará su ofensiva.

Debe decidir si votará en contra de la abstención o si se ausentará de la sesión de investidura

El ya diputado raso sopesa sus opciones. Su primer dilema es qué hacer si el PSOE decide abstenerse en la votación de investidura a Mariano Rajoy. Pedro Sánchez dimitió tras perder en el Comité Federal frente a los barones territoriales que apuestan, ya abiertamente, por dejar gobernar al presidente del PP. Su marcha ha convertido la bandera del no a Rajoy en un clamor en agrupaciones socialistas de toda España, que están mostrando la fractura del partido entre ambas posturas en numerosas asambleas locales.

Congreso extraordinario

Pedro Sánchez podría aprovechar ese clima para intentar recuperar su puesto. Un congreso extraordinario con primarias para elegir al secretario general le daría la oportunidad de rentabilizar ese descontento de las bases para volver a la cúpula del partido. Con ese objetivo en mente, no puede permitirse pasos en falso. Y votar en contra de lo que decida legítimamente el máximo órgano del partido es uno de ellos.

Por ese motivo, Sánchez estudia ahora qué hacer. Y no lo decidirá hasta que el PSOE aclare su postura. En primer lugar, si se abstendrá o no. Y en segundo, qué fórmula utilizará, si la abstención técnica de diez diputados, como apuestan distintos referentes, que quieren evitar la fractura del grupo, o si todo el grupo socialista debe mantenerse unido a la hora de facilitar el Gobierno a Rajoy.

En ambos casos, la posición de Sánchez es delicada. Mientras que mantener el no a Rajoy canalizaría la contestación interna de los bases, la ruptura de la disciplina de voto sería un mal precedente para alguien que aspira a dirigir de nuevo el partido. Por ese motivo, el ex secretario general podría optar por ausentarse de la votación, tal y como le ha recomendado este lunes abiertamente el PSOE andaluz de Susana Díaz.

En cualquier caso, si el PSOE-A logra imponer la abstención en bloque, Sánchez quedaría en minoría. Tanto si lidera a la docena de diputados que mantienen su no a Rajoy, como si ese grupo de diputados acaba optando por no acudir a la sesión. Susana Díaz pretende así evidenciar su control sobre la mayoría del partido y dejar a Sánchez como líder de un grupo residual.