Miquel Iceta ha reclamado hoy al PSOE que rebaje la presión sobre el PSC en su discurso de ratificación como primer secretario de los socialistas catanales. “Un partido es como un tejido, ningún hilo es más importante que otro y si se somete a demasiada tensión se rompe” ha señalado en una larga intervención en la que no ha vuelto a apremiar a la gestora del PSOE para que convoque el congreso que debe elegir a la nueva dirección del partido, como hizo ayer en la jornada inaugural.

Iceta ha empezado destacando los lazos políticos y personales que le unen con los socialistas vascos y valencianos –los únicos que han acudido al cónclave, en contraste con la estrepitosa ausencia de cualquier miembro de la gestora del PSOE o de cualquier otra federación- para agradecer su presencia en primera fila del Congreso del PSC. Ha excusado a Ximo Puig, sustituido por Alfred Boix, y ha presentado calurosamente a Rodolfo Ares, que encabezaba la numberosa comitiva vasca. Han sido los únicos apoyos recibidos por el PSC junto al de Francina Armengol, que participó en el congreso ayer tarde junto a Odón Elorza.

En este contexto, el líder del PSC ha insistido en la voluntad de su partido de mantener vigente el actual acuerdo de relaciones con el PSOE, basado en el protocolo de relaciones de 1978 que los socialistas catalanes no tienen ningún interés en revisar. Tanto es así, que la comisión de estatutos del congreso sólo ha registrado dos iniciativas sobre el protocolo –pese a las referencias de diversos dirgientes del PSOE a la necesidad de revisarlo- y en ellas se insiste en la voluntad de seguir trabajando juntos sin abrir ninguna vía de revisión concreta.

PSC en crecimiento

En su discurso, sin embargo, Iceta ha intentado dejar en un segundo término la crisis soterrada con el PSOE para centrarse en una propuesta de crecimiento del PSC que debe pasar por dar cabida en el partido a los catanalistas no independentistas que se sienten “huérfanos”. “Somos el único partido catalanista no independentista de Parlament” ha destacado para señalar ese espacio electoral como el caladero de votos en el que debe crecer el socialismo catalán.

Y es que Iceta no quiere un partido resistente, sino una formación combativa y en disposición de volver a gobernar en la Generalitat y los ayuntamientos perdidos por el PSC en los últimos años. Para ello ha ofrecido una visión “amplia” de la socialdemocracia en la que entran desde los sindicatos a los emprendedores. Un discurso con el que ha desmentido la supuesta alianza con el partido de Ada Colau con el que se ha especulado en los últimos días.

“Quiero una reagrupación de la izquierda catalanista, pero no estoy hablando de ua suma de siglas de sino de reagrupar a todos los socialistas en su partido, que es este”. Un partido que tras la exhibición de unidad de este congreso, pese a las dificultades de última hora para cerrar la ejecutiva, quiere ahora recuperar cuotas de poder institucional.