Fiel a sus convicciones, el ahora portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid y próximo a Esperanza Aguirre, Íñigo Henríquez de Luna, presentará en el XVIII congreso popular una batería de enmiendas para abrir el partido a la sociedad. A su tradicional petición de primarias suma otra, más genérica, pero no por ello menos significativa para que el PP avance hacia la "separación de funciones" de Gobierno y de partido "que limite la acumulación de cargos y la duración de los mandatos en las responsabilidades" gubernamentales. Henríquez de Luna niega que se de trate una enmienda "contra Cospedal", en alusión a la ministra de Defensa, secretaria general del partido y presidenta de los populares castellanomanchegos.

Ni los ministros, consejeros o alcaldes podrían tener un cargo orgánico en sus partidos

Pero sí defiende que su formación política "tiene que abanderar la renovación democráctica" y una manera de hacerlo, a su juicio es que "desde la cabeza para abajo", nadie simultanee un cargo ejecutivo -bien en un gobierno nacional, autonómico o local- con otro orgánico, salvo, claro está, el presidente nacional del partido y los presidentes autonómicos. Esto afectaría a los ministros o secretarios de Estado, por poner dos ejemplos de la administración general, pero también a los consejeros autonómicos o concejales con puesto en el órgano de gobierno.

No es más que enunciar "un principio general" para no ser malintepretado, pero necesario porque, a su juicio la acumulación de poder político e institucional y su prolongación en el tiempo "es uno de los factores que más ha propiciado la corrupción que tanto ha dañado la confianza de los ciudadanos en el sistema de partidos", según la enmienda de Henríquez de Luna, Pero no sólo. Además, entiende el portavoz municipal que la vocación de servicio a los ciudadanos requiere la "plena dedicación de sus representantes" en el ejercicio del poder, sin compatibilizarlo con otras responsabilidades. Es, quizá, la enmienda que más lejos llega en esta materia de todas las presentadas a la ponencia de Estatutos, que coordina el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, aunque se queda en una mera expresión de voluntad política.

Los compromisarios han presentado 1.300 enmiendas al texto de Estatutos

Insiste Henríquez de Luna en el proceso de primarias para elegir al presidente nacional y a los autonómicos, a dos vueltas -aceptando en este punto el modelo Maíllo- pero donde participan siempre lo militantes. La novedad es que sólo llegan a la segunda votación los dos más votados. Éstos no deberán someterse a unas nuevas primarias para ser candidatos a la presidencia del Gobierno o de su respectiva comunidad pero no así los aspirantes a hacerse con el bastón de mando de los municipios de más de 20.000 habitantes siempre que estén en la oposición.

Es la ponencia de Estatutos la que más enmiendas ha recibido de las cinco ponencias que los populares debatirán en su XVIII congreso. Un total de 1.300 objeciones al texto-marco, unas de forma, otras de fondo, que deberá estudiar, incorporar, negociar o rechazar Maíllo. La presidenta del comité organizador del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, ha presentado las líneas fundamentales del cónclave popular cuyo lema será "España, adelante!", con admiración sólo al final.