El pleno del Tribunal Constitucional ha elegido esta mañana a Juan José González Rivas como presidente de esta institución en segunda votación, ya que no ha obtenido la unanimidad en la primera. El nuevo presidente ha logrado ocho votos a favor y cuatro en contra. Encarnación Roca ha sido designada vicepresidente de esta sede judicial con el mismo resultado.

De este modo se confirma la división entre los dos bloques en esta nueva etapa del Tribunal Constitucional. La elección de González Rivas ha sido posible después de que prosperase el veto de los socialistas al nombramiento de Andrés Ollero como presidente por haber sido durante 17 años diputado del PP.

Las negociaciones

Fuentes del alto tribunal han explicado que las negociaciones entre los dos bloques han estado condicionadas por la renovación en el cargo del magistrado Ricardo Enríquez, un experto en derecho administrativo, que se ha ganado el respeto de sus compañeros en sus tres años en esta sede judicial a la que llegó para sustituir al fallecido Francisco José Hernando. El Senado debía nombrarle para otro mandato de nueve años antes del 17 de marzo.

Por ello, la renovación de los nuevos magistrados se precipitó y los jueces lograron que el PP y el PSOE aceptasen la elección de Enríquez a cambio de intervenir en la elección de presidente y vicepresidente. Los magistrados conservadores, según las fuentes consultadas, alcanzaron un "compromiso moral" para votar por González Rivas y se reservaron el derecho de votar a Roca frente al juez progresista Fernando Valdés.

Así las cosas, es poco probable que el pleno del TC vuelva a votar por unanimidad en cuestiones polémicas como el desafío catalán ante la postura mantenida por el bloque conservador que cuenta con votos suficientes para sacar adelante cualquier iniciativa. El bloque progresista se ha apuntado desde hace meses al voto particular para expresar sus discrepancias con la mayoría como ocurrió con la reforma de la ley del TC, que permite suspender a las autoridades que no acaten sus sentencias, o con la anulación de las corridas de toros en Cataluña.