ETA escenifica hoy un desarme envuelto en ruido mediático, con actos de apoyo a este gesto y avanzado en varios gestos de la banda terrorista, que en las últimas horas llegaba a acusaba a terceros de ser "enemigos de la paz" y dificultar el proceso. La organización, con un historial de 829 asesinaros a sus espaldas, anunció su alto al fuego definitivo en 2011 al verse acorralados tras numerosas operaciones judiciales y el paso dado hoy continúa la misma estrategia que entonces. ETA quiere dejar su impronta en la construcción histórica con un relato que deja a un lado a quienes sufrieron las consecuencias de los ataques terroristas. A través de cinco preguntas, cuatro personalidades implicadas en la historia de ETA pondrán sobre la mesa las piezas del puzzle que han sido desechadas por la banda terrorista, que no ha dado muestras de perdón, y que a día de hoy continúa legitimando los motivos que les llevaron a utilizar la violencia como arma política. Mientras la guerra policial ha culminado, en el ámbito judicial quedan más de 300 casos aún sin resolver. La otra batalla, la del relato, está en plena construcción.

"No quieren el olvido, sino un relato en el que venzan"

Eduardo (Teo) Uriarte, concentra a varios protagonistas de la historia de ETA. A mediados de los sesenta se incorporó a la banda terrorista y en 1969 fue juzgado y condenado a muerte en los Procesos de Burgos. Una condena de la que se salvaría gracias a la amnistía de 1977, después de ocho años en la cárcel. La segunda etapa de su vida estuvo marcada por la fuerte crítica a la organización. A su salida de prisión, promovió la disolución del brazo de ETA político militar y fundó Euskadiko Ezquerra (EE) para abandonarlo en 1990 y pasar al PSE-PSOE, con quien fue teniente de alcalde de Bilbao. Es uno de los impulsores de Fundación para la Libertad, una asociación que fija como objetivo la "lucha contra los valores que sustentan el terrorismo".

P.- ¿Qué supone el desarme de ETA?
R.- Nada, porque ETA ya estaba operativamente derrotada y lo único que supone es una plataforma de propaganda del discurso político de ETA y de aquellos que quieren salir en la foto junto al mundo de en un discurso cuyo centro va a ser un discurso nacionalista.

P.- ¿Tiene que haber vencedores y vencidos?
R.- Sí, por supuesto. No en un sentido trágico sino en un sentido incluyente, en el democrático de que aquí cabemos todos pero con determinadas condiciones: con el respeto a la ley, el respeto a las personas en el daño que se les ha causado y búsqueda de un proyecto común político, cosa en estos momentos en entredicho no solamente por posiciones radicales sino incluso entre formaciones políticas que jugaron un gran papel durante la Transición .

P.- ¿Cómo interpreta el relato que ETA ha hecho en su carta?
R.- Es una enajenación propia de un mundo muy cerrado. Lo que ocurre es que forma parte del discurso de ideología dominante del País Vasco que ha sido asumida por el mundo anstisistema del resto de España. En una democracia asentada las posibilidades de ese discurso serían mínimas. Y se confunden los que creen que ellos quieren el olvido. No. Ellos quieren un relato en el que venzan, por lo tanto las personas que no admitimos eso nos van a obligar a discutirlo durante los años que vienen.

ETA tiene que disolverse en el tiempo, que el último apague la luz y cierre la persiana"

P.- ETA advertía de que había “enemigos de la paz” que ponen el riesgo el desarme, ¿es un intento de blanquear la historia?
R.- Es de puro cinismo. Un cinismo que han usado desde la practica del lenguaje del bolivariano más puro. Si alguien ha hecho daño, ha sido ETA. Es un disparate el hecho de que tengamos que escuchar conclusiones de personas que han realizado 800 y picos asesinatos absolutamente para nada.

P.- ¿Qué tiene que suceder a partir de hoy?
R.- No tiene que pasar nada, el fin de ETA tiene que ser un disolverse en el tiempo, que el último apague la luz y cierre la persiana. Si esperamos más acontecimientos con foto será volver a empezar. Lo que tiene que ocurrir es que no ocurra nada. No hacer caso a estos shows propagandísticos que saben ejecutar gracias al apoyo de partidos que se acercan a opciones antisistema como el PNV o el Partido Socialista de Euskadi.

"Quiere edulcorar una manifestación más de su derrota"

La socióloga Izaskun Sáez de la Fuente es miembro del Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto y ha centrado parte de su trabajo en la investigación y análisis de la banda terrorista. La última muestra es el libro Misivas del terror (Marcial Pons, 2017), que analiza los más de 10.000 casos de extorsión llevados a cabo por ETA.

P.- ¿Qué supone el desarme de ETA?
R.- Supone la culminación de un proceso que se gestaba desde hacía tiempo. Tiene que ver con la debilidad operativa de la banda terrorista que para cuando decidió declarar un alto al fuego definitivo en 2011, ya estaba muy asediada por las fuerzas de seguridad y además estaba cuestionada desde el punto de vista interno por su brazo político porque le estaba condenando a la exclusión política en Euskadi. Es un paso necesario, creo que insuficiente porque no debería dar el paso a una organización desarmada sino disolverse lo antes posible. Queda camino por recorrer, debe ir acompañado por una memoria y un relato crítico con la violencia y en la medida de lo posible, resolver en el sentido policial y judicial los más de 300 asesinatos que quedan pendientes. Soy cauta sobre en qué medida las armas podrán desvelar quiénes son los autores materiales de esos atentados.

P.- ¿Tiene que haber vencedores y vencidos?
R.- Ya ha habido. Utilizar esa lógica de alguna manera alimentaría el imaginario de ETA y su entorno político de que ha habido un conflicto entre dos bandos que ha tenido una derivación violenta y no es así. Ha habido una minoría que en nombre de una mayoría decidió unilaterlamente tomar las armas y hacernos la vida imposible. No me gusta la lógica militarista de vencedores y vencidos, pero sí creo que tiene que quedar claro que ETA no ha conseguido nada con las armas y no va a conseguir nada sin ellas.

Queda camino por recorrer, debe ir acompañado por una memoria y un relato crítico con la violencia"

P.- ¿Cómo interpreta el relato que ETA ha hecho en su carta?
R.- Mantiene la misma retórica de siempre, es una manera de querer edulcorar lo que no es más que una manifestación más de su derrota política y social. En ese sentido no me sorprende la inculpación a España y Francia de no haber podido desmantelar antes sus arsenales. Sólo hay Una cosa que me parece especialmente indignante. La carta es un rosario de mentiras para el consumo interno, pero la falacia más grande es en la que dice “nosotros asumimos en nombre del pueblo vasco eta lucha armada y nosotros le damos las armas al pueblo vasco”. Desde el punto de vista sociológico y ético me parece de una falsedad supina porque ETA no representa a nadie más que a sí mismo y al entorno político que le apoyó, pero a nadie más. De igual forma, ahora no puede decirnos que son nuestras unas armas que son sólo suyas y que no han causado más que sufrimiento, muerte y destrucción.

P.- ETA advertía de que había “enemigos de la paz” que ponen el riesgo el desarme, ¿es un intento de blanquear la historia?
R.- Me parece demencial que ahora den clases de democracia y de paz a otros. Es muy grave que quienes estuvieron legitimando la violencia ahora se presenten como los auténticos valedores de la paz. Los intentos de blanquear la historia se están llevando a cabo desde hace mucho tiempo, llevamos cinco años aguantando a mazo y martillo esos planteamientos. Hay que ser especialmente celosos por defender una memoria crítica con la violencia que permita garantizar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia y la reparación, y también el principio de no repetición. En la medida de que no seamos suficientemente críticos, crecerán los riesgos de que las heridas cierren en falso y de que esto se vuelva a reproducir. Que la ciudadanía vasca quiera pasar página lo antes posible es muy humano, pero tiene riesgos más que evidentes para el futuro.

P.- ¿Qué tiene que suceder a partir de hoy?
R.- Evitar dar demasiado bombo a este asunto, porque lo de hoy puede ser parte de la escenografía habitual que pretende combatir esa defensa de la memoria crítica de la violencia. Lo que tiene que suceder es que cuanto antes ETA se disuelva, y quienes apoyaron la violencia reconozcan el daño causado y pidan perdón. A partir de ahí podremos hablar. Cada uno, en la medida de nuestras responsabilidades, tenemos que hacer algo por cultivar una cultura cívica fundamentada en el reconocimiento del otro y no en la consideración del adversario político como enemigo.

"El asesino no puede ponerle reglas a la ley"

Maite Pagazaurtundua (Hernani, 1965) luchó contra el terrorismo en el País Vasco cuando ETA protagonizaba titulares a base de pistolas. Fue parlamentaria del PSE-PSOE desde 1993 a 1998 y junto a su hermano, Joseba Pagazaurtudua, fue una de las impulsoras de la plataforma ¡Basta ya!. Su clara posición contra el terrorismo le llevó al punto de mira del sector nacionalista radical y ambos sufrieron persecución durante años. El 8 de febrero de 2003 ETA acabó con la vida de su hermano el asesinato de su hermano, militante del PSE-PSOE. Maite Pagazaurtundua abandonó el Partido Socialista por diferencias en su postura frente al terrorismo y en 2014 se incorporó a la lista de UPyD al Parlamento Europeo, donde ahora ocupa un escaño.

P.- ¿Qué supone el desarme de ETA?
R.- Significa una gran operación propagandística por parte de ETA porque operativamente está vencida y ahora intenta sacar beneficio de lo que durante meses ha intentado tramar para conseguir una gran repercusión mediática e intentar que aceptemos su manera de ver la realidad con intereses futuros de impunidad. La impunidad depende de que nosotros la permitamos. Ellos van a intentar manipularnos, trasladarnos sus problemas y responsabilidades y que nos domestiquemos. Si no lo hacemos y si aprovechamos la situación para indicarles claramente que todavía tienen un déficit con respecto a la democracia porque no han condenado la historia del terror y siguen tratando como a héroes a los miembros de ETA; Si ellos avanzan hacia nosotros y no al revés, nosotros hacia tolerar la impunidad, es una gran oportunidad. Ahora, que ya no tenemos que tener miedo, tenemos que tener es la valentía de hacerles ver que es incómodo lo que tienen que hacer, pero que tienen que hacerlo: aceptar la democracia, sus reglas, que no pueden utilizar las mentiras, que no pueden arrogarse el nombre de todos los vascos. Todas esas cosas son incómodas para ellos pero necesarias, porque si no, no se podrán regenerar.

No puede haber empate entre el terror y la ley; no es venganza, es calidad democrática"

P.- ¿Tiene que haber vencedores y vencidos?
R.- No se trata de vencedores personales, se trata de que la democracia, la libertad de conciencia, la ley tiene que salir vencedora, y la mentira, el totalitarismo, no. No puede haber un empate entre el terror y la ley. No es un tema de venganza, es un tema de grandes principios y calidad de la democracia, porque si no la gente pensar que usar la violencia y hacer trampa da réditos y es el camino a la degradación de la democracia en el futuro.

P.- ¿Cómo interpreta el relato que ETA ha hecho en su carta?
R.- Muestra la falta de evolución moral, ética y política en su interior. Toda las cosas que han ido haciendo han sido derrotadas operativamente. No han interiorizado la vergüenza moral, el respeto a las personas asesinadas, nada de eso. Siguen pensando que han hecho bien, quieren manipularnos si nos dejamos y es una cuestión de decir que no. No se trata de que bajemos nuestros estándares, sino que ellos lleguen a nuestros estándares de democracia y libertades. Esto tiene que ver con que han hecho muchísimo daño y lo menos que merece la sociedad, si ellos quieren estar en la vida social y política, es reconocer y condenar ese pasado intolerable y que no puede haber impunidad. Puede haber reinserción pero no impunidad.

P.- ETA advertía de que había “enemigos de la paz” que ponen el riesgo el desarme...
R.- Es un chantaje moral. El mismo chantaje que utilizan todos los depredadores morales, el mismo juego de manipulación que se utiliza la violencia de género, que es en echar la culpa al inocente. “Tú tienes la culpa, por eso me altero”. Es chantaje del peor porque la justicia tiene que  hacer justicia y la ley perseguir delitos. Son ellos lo que no se acomodan al mecanismo normal, que sería no intentar hacer una fiesta de todo esto y una manipulación colectiva, sino facilitar las localizaciones [de zulos] a la policía y ya está. El asesino no puede poner las reglas a la ley y a la sociedad. [¿Es un intento de blanquear la historia?] Completamente, ellos siempre nos echan la culpa a nosotros. Cuando me hacían pintadas amenazadoras, me ponían “Maite asesina”. Me llamaban fascista y asesina constantemente, y yo no era asesina ni era fascista, lo que he hecho es atreverme a ejercer la libertad de conciencia, porque ellos decían “o piensas esto o mueres”, ¿quién es el fascista? Es el victimismo y jugo de la manipulación. Ante eso hay que decir no.

P.- ¿Qué tiene que suceder a partir de hoy?
R.- Habría sido muy bueno que no hubieran podido avanzar tanto en lo que es un planteamiento anormal del desarme de una organización terrorista pero es porque ellos no han avanzado suficiente desde el punto de vista democrático. A partir de ahora lo que hay que hacer es no concederles nada que no sea legal. La propaganda, publicidad, tener titulares, tiene enorme valor político en una democracia mediática. No merecían eso. Esa parte ya no se puede evitar, pero lo que se puede evitar es que nos creamos ese tongo. Tenemos que actuar con la claridad que da la defensa de la ley, del respeto y la dignidad de los demás. Quienes han hecho tanto daño, si hubieran avanzado lo suficiente tendrían respeto por quienes han herido, serían discretos, no serian narcisistas, sino que pensarían en la gente a quienes han hecho daño. Sólo están pensando en ellos mismos. Habría que pensar que pensaran las familias rotas que tendrán que estar días sin abrir un periódico.

"Unos pusieron las nucas y otros las pistolas"

El 9 de octubre de 2000, ETA asesinó a Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior Justicia de Andalucía. Su hijo, Daniel Portero, ingeniero de caminos, es hoy es el presidente de la fundación Dignidad y Justicia, creada en 2005 con el objetivo de derrotar judicialmente a la banda terrorista con el trabajo de abogados especializados en la lucha antiterrorista.

P.- ¿Qué supone el desarme de ETA?
R.- Para mí no supone nada, es una escenificación de una agonía de ETA.  Una organización donde dentro de su agonía quiere parecer que quiere morir dignamente cuando realmente no lo va a hacer. Porque está derrotada.

P.- ¿Tiene que haber vencedores y vencidos?
R.- Por supuesto tiene que haber vencedores o vencidos. Ellos intentan empatar el partido, un empate infinito que no deberíamos de permitir. Equilibrar a víctimas con los verdugos. Es lo que quieren. Aquí ganamos, la primera parte ha sido la derrota policial, la segunda parte la derrota judicial, que queda pendiente, los más de trescientos casos sin resolver.

P.- ¿Cómo interpreta el relato que ETA ha hecho en su carta?
R.- Forma parte de la escenificación de la agonía y lógicamente, dentro de la agonía de un moribundo, se intenta mentir y tergiversar la realidad y el relato y es lo que hay que ver. Quieren que pensemos todos que fuera un conflicto político, cuando aquí unos pusieron las nucas y otros las pistolas. Cuando uno pone la nuca y muere, ese relato por mucho que se quiera equilibrar, no es posible.

P.- ETA advertía de que había “enemigos de la paz” que ponen el riesgo el desarme, ¿es un intento de blanquear la historia?
R.- No hay ninguna paz aquí, la guerra es entre dos y aquí no hay enemigos, los enemigos han sido ellos. Son artesanos del terrorismo y enemigo del terrorismo, me considero yo. El objetivo es blanquear la historia, el empate infinito.

P.- ¿Qué tiene que suceder a partir de hoy?
R.- Que se disuelvan, se dejen de historias y se entreguen a la justicia y entreguen todas las armas, no el 25% como van a hacer. No podemos cerrar la persiana con los casos judiciales pendientes. Ellos no van a poner nada de su parte, intentan con el léxico engañar a la gente, lo que hay que hacer es en vez de observar el proceso de manera contemplativa, incautar las armas y no esperar a que las entreguen.