La iniciativa que pedía sacar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos quedó este martes en standby después de que la izquierda se rompiera en el debate parlamentario, y cada vez tiene más visos de caer definitivamente este jueves en la votación del Congreso de los Diputados. La proposición no de ley presentada por el PSOE tenía, a priori, visos para salir adelante, pero Podemos y ERC condicionaron su apoyo a que se aceptaran sus enmiendas.

Finalmente, los socialistas han confirmado a este periódico que no se admitirán ni las modificaciones de Unidos Podemos, ni las de ERC, PdeCat o PNV, dejando en vilo la iniciativa, que sólo contaría con los votos claros a favor de Ciudadanos (32) y los 84 socialistas frente a la oposición frontal de los 134 diputados del PP.

A la vez que Podemos y ERC decidieron poner sus condiciones, Ciudadanos amenazó con desmarcarse y votar en contra en el caso de que se aceptara alguna de las modificaciones presentadas. La encrucijada parlamentaria llegó por sorpresa al PSOE, que no imaginaba encontrarse con estas piedras en el camino. "Esto mismo fue aprobado en la Comisión Constitucional en marzo", reseñan los socialistas, que destacan la postura favorable que adoptó entonces el partido morado.

En caso de salir adelante, la iniciativa sobre Memoria Histórica sólo se aprobaría parcialmente

En este impasse, el PSOE ha optado por mantener el texto original (consultar aquí en PDF), aunque se ha abierto a que las votaciones sean punto por punto. De esta forma pone la pelota en el tejado del resto de partidos, que "tendrán que justificar su voto" en cada uno de los apartados, reseñan fuentes socialistas. Esta situación deja en vilo la propuesta, que en caso de salir adelante sólo lo haría parcialmente.

En Podemos resaltan que todavía están "en fase de negociación", y está por decidir si votan la abstención en bloque a modo de protesta por la no aceptación de sus textos, o si acceden a votar a favor de alguno de los puntos de la iniciativa.

La proposición no de ley, que no tiene carácter ejecutivo pero sí simbólico y político, quería profundizar en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica y proponía una batería de medidas en este sentido. La más relevante es la de convertir el mausoleo del Valle de los Caídos en un espacio de reconciliación. Para ello, además de la exhumación de los restos de Franco, la proposición reclama trasladar a José Antonio Primo de Rivera a un lugar “no preeminente” del edificio.

Entre otras peticiones recogidas en la propuesta, el PSOE plantea la creación de “Bancos de ADN” con “urgencia y celeridad” para aclarar el paradero de los desaparecidos de la Guerra Civil y de la dictadura. La dignificación de las víctimas de la Guerra Civil que proponen los socialistas pasa por crear un censo de infraestructuras construidas por represaliados condenados a trabajos forzados y colocar placas de homenaje a las víctimas, abriendo la puerta a “museolizar” estos lugares.

La iniciativa plantea también crear una Comisión de la Verdad, establecer el 11 de noviembre como el Día Europeo de las Víctimas del Fascismo o excluir de todo tipo de subvenciones públicas a cualquier organización o entidad que “ensalce o defienda la Dictadura o la figura del dictador Franco, el nazismo, la xenofobia o cualquier otra expresión de carácter discriminatorio o vejatorio para las víctimas”.

Las tres enmiendas de Unidos Podemos

Unidos Podemos ha presentado un total de tres enmiendas, de las que ninguna será asumida. La primera de ellas pedían que la localización y exhumación de las fosas así como la identificación de las víctimas de la Guerra Civil fuera una "responsabilidad directa del Estado", trasladando todo el peso de estas actuaciones a la Administración Pública. La propuesta del PSOE, por contra, contempla que esto se lleve a cabo en colaboración con las asociaciones de víctimas.

Mientras que el texto inicial socialista pedía "estudiar la cuestión de la nulidad de las condenas dictadas por los tribunales penales franquistas", Podemos aboga en sus enmiendas por "anular todas las condenas derivadas de Consejos de Guerra", según hacía constar en otra de sus enmiendas.

La tercera modificación pide al gobierno que "inicie las acciones necesarias que permitan la anulación del Consejo de Guerra sumarísimo a que fue sometido el president de la Generalitat de Catalunya Lluís Companys". Una petición que Unidos Podemos ya defendió el pasado marzo en la Comisión Constitucional y que fue rechazada por el PP, PSOE y Ciudadanos.