Lluís Corominas será a partir de ahora el nuevo presidente del Grupo de JxS en el Parlament, en sustitución de Jordi Turull, que desde el viernes ocupa la consejería de Presidencia y la portavocía del Gobierno catalán. Corominas ha sido el nombre escogido por la Ejecutiva del PDCat esta mañana como candidato al cargo, que ahora debe ratificar el Grupo Parlamentario que comparten la ex convergencia y ERC. Una propuesta que la dirección del PDCat quiso desvincular de la crisis de gobierno ejecutada el viernes por Carles Puigdemont para mantener, por lo menos formalmente, su control sobre este ámbito, después de que el presidente catalán designara al anterior presidente del grupo Jordi Turull, como sustituto de Neus Munté.

Corominas dejará así la vicepresidencia primera de la Mesa del Parlament, desde la que ha sido en este año y medio auténtico responsable técnico de una presidencia en el ojo del huracán por las controvertidas decisiones de la presidenta, Carme Forcadell, en favor del bloque independentista. Diputado convergente desde 2003, en su partido se pondera su formación jurídica -ejerció como abogado durante una década- y le señalan como uno de los responsables de la Ley del Referéndum presentada el día 4 por el presidente y el vicepresidente catalanes.

El alcalde de Besalú (Girona) Lluís Guinó, sustituirá a Corominas en la vicepresidencia del Parlament. Este dirigente de la ex convergencia de Girona -como Carles Puigdemont y Santi Vila- ha protagonizado una espectacular ascensión esta legislatura. Primero como portavoz del partido en las comisiones incómodas -como la de investigación sobre los preparativos del referéndum- presidente de la Comisión de Justicia en sustitución de Germà Gordó y ahora como vicepresidente de la Cámara.

En las próximas semanas Corominas y Guinó serán piezas clave para la aplicación de la reforma del reglamento que los independentistas quieren llevar a cabo -pese a las reservas del Consejo de Garantías Estatutarias- y la posterior aprobación por la vía de lectura única de la Ley del Referéndum de Autodeterminación que debe dar cobertura a la convocatoria secesionista.