Ocurrió un mes antes que en Gernika. El 31 de marzo de 1937 la cercana localidad vizcaína de Durango fue masacrada con un bombardeo sobre la población civil que los historiadores llegaron a definir como el ensayo general de lo que cuatro semanas después ocurriría en Gernika. Hoy, 80 años después, Durango quiere que se depuren responsabilidades. Lo ha anunciado en este 18 de julio, el día del alzamiento de las tropas franquistas, con el afán de hacer justicia a sus vecinos, “los de ahora y los de entonces” ha asegurado el consistorio.

Lo hará a través de la querella que presentará contra los 46 aviadores y que ha logrado identificar. Se trata de los militares de la Aviazione Legionara que habrían participado en las dos oleadas de bombas que arrasaron cientos de edificios y provocaron cuantiosos daños personales y materiales en la localidad. En la querella se considera que el ataque supuso un crimen de guerra y lesa humanidad.

La querella, dada a conocer hoy, se basa en la información recabada por el historiador Jon Iriazabal, quien a través de las cartillas de los aviadores del ejército italiano de la época ha podido poner nombres y apellidos a los soldados que intervinieron en el bombardeo de Durango del 31 de marzo de 1937.

El consistorio defiende en su querella que se trata de una intervención militar ilegal y contraria a las leyes internacionales ya que no medió declaración de guerra alguna por parte del Gobierno de Italia. En total se ha acreditado de los aviones de la legión italiana arrojaron sobre Durango 281 bombas que mataron a más de 300 personas y destruyeron cientos de edificios, entre ellos decenas de ellos de titularidad municipal.