Política

Puigdemont recibe un portazo de la CUP y mano tendida de los Comunes

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. EUROPA PRESS

Carles Puigdemont ha ganado tiempo y, probablemente, un nuevo aliado en el Parlamento catalán. La apelación a un diálogo bajo auspicios de la Unión Europea para "suspender los efectos" de la independencia proclamada apenas un minuto antes provocó ayer un sonoro portazo de la CUP, que dejó claro en su intervención que eso no era lo pactado y ellas seguirán luchando por la república catalana.

Y frente a la indignación de Anna Gabriel, que reconoció haberse enterado minutos antes del Pleno del contenido de la declaración del President, o por lo menos de la parte en la que suspendía los efectos de la independencia, la sonrisa de Lluís Rabell. El de CSQP fue el único portavoz, a parte del de JxS, que dio por buena la oferta de diálogo de Carles Puigdemont, hasta el punto que advirtió en su intervención de que "no es momento de elecciones" para señalar que ahora lo prioritario es rebajar la tensión social y política en Cataluña.

La aprobación de las leyes de ruptura el 6 y 7 de septiembre provocó un serio enfrentamiento entre CSQP y el bloque independentista. Pero las presiones de ese sector doblegaron en los días previos al referéndum las resistencias de Ada Colau a participar activamente en la organización de la consulta. Finalmente Colau y Puigdemont llegaron a un acuerdo que nunca se hizo público, pero que en la práctica significó que la alcaldesa cedió locales municipales para la consulta a cambio de dejar de sufrir la presión política, y sobre todo mediática, del independentismo.

Ese pacto podría ampliarse ahora, especialmente teniendo en cuenta la rapidez con la que tanto la alcaldesa como el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se felicitaron en público por que Carles Puigdemont hubiera renunciado a la DUI mientras el president firmaba una declaración de independencia con la CUP. Un texto, eso sí, que no llegó a ser registrado en el Parlament.

El mismo argumento que había dado el presidente de la Generalitat en su intervención para  justificar la cinta política con la que intentó contentar a sus votantes proclamando una República catalana de un minuto de validez fue esgrimido después por Rabell. "Le pedimos el coraje del diálogo" afirmó el líder de los comunes en el Parlament que parecía convencido de salida de que esa era la oferta de Puigdemont.

Tras la sesión, Puigdemont se dirigió a saludar a Rabell y a los dos representantes de las facciones enfrentadas en el grupo de los Comunes: Joan Coscubiela y Albano Dante Fachín. Todas las familias de los Comunes dispuestas a hacerse la foto con el president, que sólo después de saludarlos ofrecería un largo plano de confidencias con el ex president Artur Mas.

Los Comunes podrían convertirse, así, en el nuevo aliado de JxS en el Parlament en sustitución de la CUP. Sobre todo ahora que el PSC se ha sumado a la demanda de elecciones de C's que también comparte el PP y los antisistema ya no actuarán de muleta imprescindible para frenar cualquier ataque al bloque de JxS en el Parlament.

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