El sondeo preelectoral del CIS coloca a Ciudadanos como la fuerza política más votada en Cataluña, un enorme vuelco electoral en una comunidad en que siempre ha ganado el nacionalismo, incluso entre los años 2003 y 2010 cuando gobernó el tripartito encabezado por el PSC. Pero la euforia "naranja" puede no ser tal si se confirman los datos de un sondeo interno del PP del pasado viernes que apuntan a un triunfo de ERC, de hasta seis escaños por encima de la lista que encabeza Inés Arrimadas.

Según el estudio del PP catalán, sobre una muestra de 1.000 entrevistas, el encarcelado Oriol Junqueras conseguiría 36 escaños en el Parlament frente a los 29-30 de Arrimadas. Eso sí, el independentismo, que ahora suma 72 diputados, se queda a uno de la mayoría absoluta, esto es, 67 con la suma de ERC, Junts Pel Catalunya y la CUP, lo que demuestra no sólo que el independentismo se estanca en cuanto a número de apoyos, sino que puede entrar en retroceso si el llamado voto "españolista" se moviliza esta vez.

Los populares están luchando por acortar distancias con el número de votantes que consiguen en generales

El candidato del PSC, Miquel Iceta, sacaría 23 de los actuales 16, lo que supone un notable incremento, mientras que el PP mantendría sus actuales 11, y no la bajada hasta 9 que le da el Centro de Investigaciones Sociológicas. En el cuartel general de los populares calculan un diputado por Lérida, otro por Gerona, dos por Tarragona y siete por Barcelona. El llamado cinturón rojo barcelonés es la gran apuesta del candidato popular, el granero del que espera arañar algún que otro escaño para mejorar sus resultados de 2015. Badalona, de donde fue alcalde, Santa Coloma o Cornellá, están en su agenda como plazas preferentes. Para batallar por el diputado de Lérida contará con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el próximo viernes en esta ciudad.

Los populares, que tienen en Cataluña un elector muy envejecido, están luchando por acortar distancias con el número de votantes que consiguen en generales. La diferencia es abismal. En las autonómicas del 27 de septiembre de 2015 fueron la quinta formación política con 272.804 votos. Tres meses más tarde, en las generales del 20 de diciembre, fueron 418.369 y el 26-J 464.583. Eso quiere decir que hay un votante con simpatías populares que en autonómicas deserta de las siglas del PP y ahora se va a Ciudadanos, "que está en estado de gracia por lo que es difícil parar el trasvase", admiten.

Los pactos postelectorales "serán cosa de cuatro partidos, bien por acción u omisión" y no de tres, afirman en Génova

Eso significa que los tres partidos constitucionalistas, suman, conforme a la encuesta interna de los populares, 63-64 escaños y que En Comú Podem quedaría relegado a la irrelevancia numérica de entre cuatro y cinco escaños, lo que parece poco probable. En todo caso, si hay alguna coincidencia entre los análisis demoscópicos tan desacreditados en los últimos tiempos, es que la formación de Ada Colau, con más o menos escaños, va atener la batuta de los pactos postelectorales. Su cabeza de lista, Xavier Domenech, ya ha dicho que, en lo que él dependa, ni Arrimadas ni Albiol gobernarán en Cataluña, por lo que se afianza la idea de un bipartito o tripartito transversal ERC, PSC y ECP. Eso, si suman. Porque desde el PP están convencidos de que los pactos postelectorales "serán cosa de cuatro partidos, bien por acción u omisión" y no de tres.

Desde el PP insisten en su habitual "voto oculto" en Cataluña, que resulta inversamente proporcional a lo que acontece con la formación liderada por Albert Rivera, a la que las encuestas sobre intención de voto adoran. Es difícil que los "naranjas" salgan mal parados en ellas. Suelen ganar los sondeos y dejarse apoyos el día de las elecciones, aunque ahora mismo están la cresta de la ola.

Fuerte trasvase del PP a Ciudadanos

El sondeo prelectoral del CIS conocido este lunes arroja un dato nada desdeñable: la mitad de los electores del PP en los comicios catalanes de 2015 votará esta vez a Ciudadanos el 21-D. Desde el cuartel general de los populares recuerdan que este es un sondeo cuyo trabajo de campo "se hizo hace diez días", entre el 23 y el 27 de noviembre, y sus datos, del viernes 1 de diciembre, están por tanto más actualizados. El PP no es el único que sufre la afrenta de la fuga de voto. También hay un trasvase muy significativo entre En Comú Podem y el PSC, a favor del segundo, según el CIS. Casi un 18 por ciento de los anteriores votantes de los comunes apostará por el socialista; el 8,6 por ciento se pasa a ERC y un 7 por ciento a Ciudadanos, que es el cambio de voto más curioso. Si nos atenemos a estos datos, el ejercicio de perpetuo equilibrismo de la alcaldesa de Barcelona entre los dos bloques en que se ha dividido la política catalana ha exasperado a un buen porcentaje de su base electoral.