Seis de las siete candidaturas en liza para las elecciones catalanas del 21-D abrieron anoche la campaña electoral en Barcelona. Sólo ERC se desmarcó en la tradicional pegada de carteles en Vic, ciudad natal de su número dos, Marta Rovira, para dejar claro que su batalla se juega en la Cataluña interior -aunque Vic no deja de pertenecer a la provincia de Barcelona-. Con casi cuatro millones de votos de un censo de 5,5 y 85 escaños de los 135 en liza, la circunscripción de Barcelona es la clave de estas elecciones, y el área metropolitana el campo de batalla en el que se dirimirán las mayorías del próximo parlamento catalán.



Así llega cada partido a esta campaña. No todas las candidaturas cuestan lo mismo | Vídeo: G.M. Piantadosi y M. Viciosa

 

Las elecciones de 2015 consiguieron movilizar a un 75% del electorado, una participación nunca vista en unas autonómicas. El CIS publicado hoy habla de una participación del 90% si se toma al pie de la letra la voluntad de participación de los consultados. Quince puntos de diferencia en los que radica la única oportunidad de los partidos constitucionalistas de desbancar al independentismo en el Parlament.

Hace dos años la participación en las zonas rurales rebasó de calle la media, mientras la abstención se instalaba de nuevo, aunque en menor medida, en los municipios más poblados de Barcelona y las capitales de Lleida y Tarragona. Y es ahí donde sobretodo C's, pero también el PSC y PP, confían en sacar de casa al votante que tradicionalmente ha visto las autonómicas como "cosas de catalanes" para ganar las elecciones. Y ERC y JxCat no podrán obviar la batalla metropolitana.

El inicio de campaña de anoche es una buena muestra: JxCat arrancó la campaña en la sede de Mediapro -la productora de Jaume Roures- que el 1-O se convirtió en centro de prensa del referéndum; la CUP escogió el IES Jaume Balmes, escenario de enfrentamientos entre Policía y votantes, y el PP un clásico de la zona alta de Barcelona, la Sala Bikini. PSC y C's coincidieron en l'Hospitalet, la ciudad más poblada de Cataluña, en la que gobiernan los socialistas y los naranjas son primera fuerza en la oposición frente a una ERC y PDCat relegados a quinta y sexta fuerza por detrás de Comunes y PP.

En los próximos quince días, todos los partidos visitarán las cuatro capitales catalanas y algunas capitales de comarca. Figueras y Manresa en el caso de C's, Mataró y Tortosa en el del PSC. Pero el 80% de la campaña de los dos partidos que luchan por monopolizar el voto constitucionalista será Barcelona y su área metropolitana. Tanto Mique Iceta como Inés Arrimadas han visitado en las dos últimas semanas buena parte de la Cataluña interior porque no pueden dar la espalda al territorio, pero sus esfuerzos en la recta final de la campaña se centrarán en la batalla por Barcelona.

C's celebrará en Barcelona el acto central, el cierre de campaña y 12 actos más en su entorno metropolitano. Los socialistas dedicarán también más de una decena de actos al entorno metropolitano y se centrarán en sus feudos para los actos centrales: l'Hospitalet de Llobregat en el inicio, Barcelona para el acto central en el que Pedro Sánchez y Josep Borrell acompañarán a Miquel Iceta, y Cornellà en el cierre de campaña.

También los comunes han centrado en la capital catalana buena parte de su campaña. Xavier Domenech visitará las cuatro capitales como cabeza de lista, pero su número dos, Elisenda Alamany, protagonizará su propio "circuito metropolitano". Barcelona será además el escenario elegido para las intervenciones de la alcaldesa Ada Colau, auténtica estrella del partido, así como las visitas previstas de los líderes de Podemos: Pablo Iglesias, Irene Montero y Alberto Garzón.