Hace tres años que dejó Madrid, el Gobierno y la alfombra ministerial. Alfonso Alonso asumió en octubre de 2015 la presidencia del PP en Euskadi con un reto complicado: frenar la sangría de votos que arrastra la formación. En este tiempo ha logrado hacer que su formación sea determinante en la política vasca, engrasar un entendimiento con el PNV y apaciguar la pugna con el nacionalismo vasco. Pero todo cambió hace cinco meses, cuando el sí del PNV a Sánchez forzó la salida de Rajoy y con él, de la sintonía con el nacionalismo vasco. En este tiempo, Alonso ha elevado el tono contra el Gobierno de Urkullu y el partido de Ortuzar. Además de retirarle el apoyo a los presupuestos que le concedió durante los dos años anteriores, se evidencia la fractura en materia soberanista y en lo relativo al relato tras el fin de ETA se han vuelto a alejar ambas formaciones.

No es el única frente en el que ha aprendido a moverse. Alfonso Alonso decidió apoyar a Soraya Sáenz de Santamaría en la carrera por la presidencia del PP. Pero eso es agua pasad. Aahora, el líder de los populares vascos reconoce a su nuevo presidente como un gran líder político "al que no hay que infravalorar" y que será capaz de asentar al partido en el centro político.

Pregunta.- Usted no apoyó a Pablo Casado. Han pasado más de cuatro meses desde que lidera el partido. ¿Cree que el PP que preside ha cambiado respecto al que representaba Mariano Rajoy?

Respuesta.- Es otra generación, hay 30 años de diferencia. Algunos mensajes se expresan con más ímpetu pero el mensaje de fondo sigue siendo el mismo. Hace falta una fuerza en España que tenga una raíz liberal, que apueste por la libertad, que comprenda que es imprescindible defender un pacto social y que busque el centro. Un partido que defiende las garantías básicas, el imperio de la ley, la defensa de la unidad constitucional, apertura de la libertad, promoción de la iniciativa personal y la defensa de garantías sociales. Eso es el PP. Los otros no son eso. Yo no quiero ser ni Vox ni Ciudadanos, tienen otras ideas. Sigue siendo una oferta con capacidad de mayoría en España. La buena noticia es que ahora hay una generación nueva que cometerá errores pero al final será un acierto para llevar este mensaje.

P.- Dice que hay que buscar el centro… ¿Casado está buscando, avanzado hacia el centro?

R.- Casado está cerrando el flanco buscando el centro.

P.- ¿Qué flanco?

R.- El de los descontentos que hemos tenido por el desgaste de la acción del Gobierno y de la corrupción. Él tiene que cerrar ese flanco y ganar la confianza del votante más tradicional nuestro. Casado, yo hablo mucho con él, sabe que su vocación es de centro porque es la vocación de su partido.

P.- ¿Diría que su discurso también es de centro?

R.- Yo no infravaloraría a Casado. Creo que tiene un gran futuro como líder político. Está cerrando un flanco y va a ganar el centro. Va a llegar. Lo conozco hace muchos años. Muchas veces se le ha despreciado, tiene gran capacidad de discurso y lo hará.

P.- Muchas virtudes pero usted no le votó…

R.- No, no le voté, lo que no quiere decir que no tuviera relación anterior. Tiene esa capacidad que le digo. Cuando uno gana todos cerramos filas con él, no hay una división en el PP.

P.- ¿Ha hablado con Mariano Rajoy desde que abandonó la presidencia?

R.- Sí. Está bien pero preocupado por la inestabilidad que observa. Pero bueno, hablé con él como amigo. Sigue siendo una referencia para mí.

Con Sánchez hay un resurgir del 'Cesarismo'. Rivera querría ser un pequeño Napoleón y el 'Bonapartismo' también está en Pablo Iglesias"

P.- ¿Qué se ha hecho mal para que fenómenos como Ciudadanos y Vox hayan robado espacio tan relevante al PP?

R.- Son fenómenos que han crecido mucho en los medios de comunicación más que en las urnas. Hay mucho interés por algunos medios para que crezcan. Interés que luego se ve frustrado por las urnas al no terminar de cuajar. Es cierto que ha habido un momento de desasosiego, una crisis muy profunda con consecuencias sociales graves, un momento de inestabilidad, etc. Esto ha agitado todos los países de occidente. El debate público ha cambiado, ahora se produce en las redes, da más posibilidades pero tiene más riesgos y la posibilidad de reflexión es menor. En este periodo de confusión, a río revuelto han surgido nuevos actores. Las aguas van a ir volviendo a su cauce a medida que el debate se serene.

P.- ¿Va a agotar Pedro Sánchez la legislatura?

R.- A él le gustaría que no hubiera votaciones nunca porque jamás ha ganado una. Va a estar todo el tiempo que pueda. Una vez que ha llegado va a intentar aguantar. Eso es una mala noticia. Está dispuesto a aguantar a costa de que las cosas se puedan deteriorar. Es un proyecto personal, no es el proyecto del PSOE que hemos conocido siempre, es el proyecto de Pedro Sánchez. El PSOE ha desaparecido y está sustituido por el partido de Sánchez. Le da igual tener presupuestos o no. El objetivo de Pedro Sánchez es Pedro Sánchez. No he oído ningún otro discurso.

P.- ¿Demasiado personalismo?

R.- En Europa en general hay un resurgir del ‘Cesarismo’. Construir un ‘cesarismo’ en torno a Pedro Sánchez no me gusta. Los proyectos deben ser liderados por personas pero se deben aglutinar en torno a un proyecto y no a un ‘cesarismo’. Los líderes que ahora surgen, tipo Rivera…

P.- ¿También ve ‘Cesarismo’ en Rivera?

R.- El querría, quizá un pequeño Napoleón. En ese ‘Bonapartismo’ de los nuevos partidos también está Pablo Iglesias, que es otro pequeño Bonaparte. Todo eso no es bueno. Vayamos a las ideas, trabajar por proyectos personales es una pobre opción en política.

Partidos como Ciudadanos o Vox son fenómenos que han crecido mucho en los medios de comunicación más que en las urnas"

P.- Una convocatoria electoral con adversarios como Sánchez, Rivera o Iglesias, ¿da opciones para regresar al poder o el PP está necesitado de un periodo de transición, de limpieza y orden interno?

R.- El PP está preparado para gobernar. Son otros los que necesitan el ‘rincón de pensar’. El PSOE debe estar en ese rincón.

P.- ¿El PP tiene su casa ordenada como para volver a ser un partido de Gobierno?

R.- Hemos tenido un momento complicado este año. Un cambio siempre es traumático, pero creo que sí. Nosotros tenemos un proyecto que va mucho más allá de una persona u otra. El PP tiene mucho más fondo del que parece. Esto no es una cosa de la tele. En todos los municipios de España hay una sede del PP, está muy metido en la realidad española. Los partidos nuevos no lo tienen. Uno puede descalificar a los grandes partidos españoles pero sin olvidar que están muy metidos en la realidad social del país.

P.- Varias asociaciones de víctimas se han mostrado críticas con la utilización que de ellas hacen algunos  partidos políticos. ¿Están siendo utilizadas?

R.- En general suelo estar de acuerdo con lo que dicen las asociaciones de víctimas, pero nosotros nos dedicamos a la política y ellas a otra cosa. Les dejamos que el discurso lo hagan ellas. Nosotros también tenemos víctimas y las sentimos como propias, hay una gran cercanía.

P.- ¿Pero están siendo utilizadas?

R.- Yo no he utilizado nunca a las víctimas, convivo con ellas.

Yo no he utilizado nunca a las víctimas del terrorismo, convivo con ellas"

P.- ¿El acto de Alsasua fue una utilización de las víctimas? Usted no acudió… y en el PP vasco hubo quien lo cuestionó y quien lo defendió.

R.- Fue un acto de un partido político en apoyo a la Guardia Civil. Me parece muy bien que se le apoye. Fue un acto de un partido determinado, Ciudadanos, que tiene legitimidad para hacerlo. Otra cosa es que tenga que ser el acto de todo el mundo cuando realmente sólo hablaba el de Ciudadanos.

P.- Hace una semana se celebró el Día de la Memoria y por noveno año el PP se quedó fuera, un año más sin foto de unidad. ¿Qué hace falta para que en Euskadi se pueda celebrar un día así con la presencia de todos?

R.- Desde el momento que hay un partido político, que es Sortu, que sigue sin condenar los asesinatos, es muy difícil que pueda haber unidad. Hay gente que prefiere ir con Sortu. No es un día de memoria por las víctimas del terrorismo, se ha convertido en una celebración de la desmemoria. Además se dice que las víctimas son iguales en el dolor y el sufrimiento y eso es cierto, pero hasta ahí. Las víctimas del terrorismo son diferentes en una cuestión; tienen significado político. Si les quitas el significado político las vacías de contenido y nosotros no vamos a pasar por ahí.

P.- ¿Quién marca la deriva del PNV? ¿La moderación y las llamadas al pacto legal y consensuado de Urkullu o las apelaciones a seguir avanzando de la mano con EH Bildu de Joseba Egibar? Son dos caminos distintos…

El PNV reclama su derecho a fabricar una 'bomba atómica' pero dice que no la utilizará. En Cataluña la tienen y están dispuestos a utilizarla"

R.- No diría que son distintos, son complementarios y necesarios en su estrategia. Ellos deciden diseñar su propio plan soberanista y hacerlo con la izquierda abertzale: derecho de autodeterminación, consulta previa, un referéndum, etc. Tiene todos los ingredientes del plan soberanista de Cataluña, incluso el mismo principio de que su voluntad está por encima de la ley, eso que articulan como ‘principio democrático’, decir que las leyes españolas no son legítimas si nuestra voluntad es legítima y podemos saltarlas. Hay una diferencia con la estrategia en Cataluña, donde han violentado el ordenamiento jurídico. Aquí Urkullu nos dice que no va a dar ese paso. Es decir, ellos reclaman su derecho a fabricar una bomba atómica pero aseguran que no la van a utilizar. En cambio, en Cataluña la fabrican y están dispuestos a usarla.

P.- La diferencia de estrategia entre Urkullu y Torra quedó patente en su visita a Euskadi el pasado miércoles…

R.- Piense que esto el PNV lo hace por motivos calculados. El primero por un motivo doméstico, para frenar el avance de la izquierda abertzale. Es una discusión de hegemonía en el mundo nacionalista. En segundo lugar lo hace porque en un tiempo de agitación, si los independentistas catalanes tienen una propuesta y hay algún cambio o negociación desde el gobierno en Madrid, ellos no van a ser menos. Si cae algo para los catalanes también caerá para los vascos, por eso tiene que estar ahí. En tercer lugar, hay un elemento de disuasión, de decir que yo podría ser muy malo pero tengo buena voluntad. En realidad, es un chantaje encubierto permanente. Lo hacen por fortalecer una asociación de poder. El objetivo del PNV es el poder y consideran que esta situación fortalece su poder y pueden jugar a contrastar con la actitud torpe de los independentistas catalanes y decir, ‘oiga, nosotros somos otra cosa’. A Urkullu no le gusta la estrategia de Torra y no la va a seguir, le parece torpe, burda, mal hecha y que lleva a una colisión con consecuencias jurídicas que en el PNV no están dispuestos a aceptar. Ese contraste le deja en buen lugar al PNV.

P.- Es decir que, según usted, el independentismo catalán vendría a ser el rompehielo que abre paso y se desgasta, y el nacionalismo vasco avanza por detrás con el campo ya despejado…

R.- Algo así. La punta de lanza es el independentismo catalán y el que va a aceptar el desgaste es el independentismo catalán y el nacionalismo vasco irá detrás dejando que el desgaste lo tengan los catalanes.

P.- ¿No tenemos que creer por tanto a Urkullu cuando afirma que sería un estrepitoso fracaso un acuerdo sin amplias mayorías y que no respetara la legalidad?

R.- Si fuera sincero lo que haría es volver a la ponencia a intentar que los políticos ensancharan el acuerdo, no dejarlo a unos expertos para que redacten un texto articulado pero sin falsear las bases pactadas entre PNV y Bildu. Lo que constatarán es que esas bases son ilegales. Si Urkullu realmente creyera que se deben ensanchar daría por no terminada la negociación. Por eso le pedimos un paso atrás para retomar la negociación, pero no lo hace, por eso Urkullu nos miente. Hace un papel que es el de decir que es la garantía, que es un tío moderado que nos dice que no va a utilizar ‘esta bomba’. Sí creo que es una persona de talante moderado pero obedece una estrategia superior en la que hacen falta un Urkullu y un Egibar, los dos.

El nacionalismo vasco irá detrás del catalán, dejando que asuman el desgaste. A Urkullu la estrategia de Torra le parece burda y torpe"

P.- En esa búsqueda de consensos para un nuevo encaje de Euskadi en España, PNV y Bildu ya tienen unas bases pactadas. ¿Ve a Podemos y al PSE sumándose a ese acuerdo o alguno similar?

R.- El PSE quiere jugar para poder decir que tiene una posición más posibilista que el PP y que por tanto es mejor socio que el PP. Busca atraerse sus votos para consolidar su poder en Madrid y tocar poder en el País Vasco. Nosotros hemos decidido que defenderemos una alternativa, no queremos participar en ese juego. No será honesto. Hace falta una alternativa. Si esas bases pactadas entre PNV y Bildu se aplicasen contarían con un rechazo mayoritario en la sociedad vasca, que no quiere ese nivel de enfrentamiento. Es un material peligroso y puede haber un accidente, no es responsable jugar a eso...

P.- En ese acercamiento PNV-PSOE, Ortuzar-Sánchez, ¿ve opciones de que el Gobierno acceda a jugar, a negociar un cambio en el encaje de Euskadi en el Estado?

R.- No, la vía vasca no existe. No hay un Gobierno de España que pueda aceptar esa vía porque desborda claramente la legalidad.

P.- El nuevo socio del PNV en Euskadi, en sustitución del PP, ¿va a ser EH Bildu?

R.- Ya han pactado las cosas más importantes como el nuevo estatus del País Vasco. Lo han hecho en términos inaceptables para cualquier demócrata: mi voluntad está por encima de la ley y voy a hacer un país con dos categorías de ciudadanos. También han pactado la construcción de la memoria en Euskadi para fijarla como un conflicto con dos bandos, para asegurar que no estuvo bien matar pero que hubo un contexto que exculpa. En esa memoria que pretenden no se explica bien qué fue ETA ni se le deslegitima, se le comprende dentro de un contexto. En realidad la unidad didáctica ‘Herenegun!’ y el nuevo estatus van ligados. Ellos necesitan blanquear a la izquierda abertzale para dar el siguiente paso. El paso lo darán si hay una ocasión.

P.- ‘Herenegun!’, además de la historia y deslegitimación de 50 años de terrorismo a manos de ETA, en las aulas, ¿debería incluir contenidos relacionados con la violencia de Estado o incluso las torturas?

R.- A los vascos jóvenes habría que explicarles qué ha pasado en el País Vasco. Aquí hubo una organización terrorista tratando de imponer un proyecto y asesinando gente y que contaba con el apoyo de una parte importante de la población. Eso ha pasado y los jóvenes deben saberlo. Es difícil de aceptar pero nos pasó, unos vascos mataban a otros.

P.- Le preguntaba por la violencia del Estado, las torturas, etc.

R.- No hay ningún lugar en el mundo en el que no haya habido algún problema con el funcionamiento de la seguridad pública. Eso puede pasar en cualquier país. Esto puede pasar en Jaén. No hay nadie que esté defendiendo otro tipo de violencia pero sí que defienda la actuación de ETA todavía hoy. Los jóvenes salen a la calle y se encuentran a otros jóvenes que siguen jaleando la memoria de ETA, eso es lo distinto. También se puede volcar el esfuerzo en decir que hubo abuso policial en no sé donde… pero ¿qué queremos contar? ¿Que ETA estuvo mal pero que había otros…? ¿Qué hay un conflicto? Todo ese discurso del nacionalismo vasco es para exculpar y blanquear el nacionalismo de ETA.

Se puede decir que hubo abuso policial en no sé dónde, pero ¿qué queremos contar?, ¿qué ETA estuvo mal pero que hubo otros...?"

P.- ¿Le inquieta que las encuestas empiecen a dar representación a Ciudadanos en el País Vasco? ¿y el auge de Vox? A costa de ganarle espacio al PP…

R.- Todo el mundo dice que al que le va a ir peor es al PP. Si la encuesta la hace Tezanos ¡quizá ni salimos! Nosotros sabemos qué representamos en el País Vasco, tenemos nuestro público.

P.- ¿Hay margen para crecer y recuperar terreno en el País Vasco?

R.- Absolutamente. Somos una voz necesaria y estamos siendo útiles, lo creo sinceramente. Representamos a los que se sienten españoles en el País Vasco, a gente que cree que es importante preservar su libertad frente a otras imposiciones. En el pasado hemos tenido muchas dificultades, nos eliminaron de los municipios y no teníamos gente. Ahora cuesta volver, pero la libertad nos ayuda a crecer. Nuestra marca además ha sufrido con los casos de corrupción. Todo eso nos ha afectado. En la medida en que vayamos quitando esos elementos negativos y apostemos por nuestro proyecto, un proyecto ganador y abierto que apuesta por la libertad, siempre tendremos hueco. Hay que reforzar el discurso que hemos venido haciendo y superar los elementos negativos que hemos tenido en el pasado.