Política

El veto del PP en el Senado acabará con el espejismo del techo de gasto de Sánchez

El presidente del Gobierno deberá presentar unos Presupuestos Generales del Estado con la previsión de déficit que le dejó Rajoy, el 1,3 y no del 1,8

El veto del PP en el Senado acabará con el espejismo del techo de gasto de Sánchez

Casado en la jornada de este jueves en el Congreso EFE

Nada impide que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intente sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2019 con los mismos votos con los que salió adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy, pero no será con el techo de gasto que aprobó este jueves el Congreso de los Diputados. Cuando el próximo día 27 por la tarde se lleve este asunto para su debate en el Senado, la mayoría absoluta del PP , unida a Ciudadanos, Coalición Canaria, Foro Asturias, UPN y EH Bildu los vetará y, por tanto, serán devueltos al Gobierno. Esto implica que seguirá vigente la actual senda de estabilidad del 1,3 y no la del 1,8 que pretendía Sánchez, esto es, 6.000 millones menos que repartir a las Comunidades autonómas y corporaciones locales.

Los intentos de Gobierno y de Unidos Podemos por cambiar la ley que permite el veto del Senado y su vuelta al Gobierno, que no al Congreso, no llegará a tiempo, por mucho que se hayan usado hasta triquiñuelas parlamentarias para agilizar esta reforma. Por eso, la votación de este jueves no era más que un brindis al sol, pero, eso sí, le ha permitido a Sánchez hacer una demostración de fuerza y del nuevo clima en su relación con el independentismo apenas dos horas antes de la reunión con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en Barcelona.

Por su parte, los populares defenderán el día 27 "la especial legitimidad" de la Cámara Territorial para tratar una cuestión como el reparto presupuestario e insistirán en su argumento de que las Cuentas para 2019 son "fruto de una claudicación ante los independentistas en Cataluña", según fuentes populares. Además, creen que un techo de gasto del 1,8 supone un "aumento desproporcionado de gasto público" contando con que la Unión Europea "ya ha dicho que las cifras de déficit y deuda no son reales". Aluden de esta forma a la posición de la Comisión Europea, que en un comunicado del pasado 21 de noviembre especificaba que "el plan presupuestario presentado por España corre el riesgo de incumplir las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para 2019.

Los Presupuestos, en enero

Si es fiel a su promesa, el presidente del Ejecutivo presentará al Congreso en enero las cuentas, pero deberán ser más restringidas de lo que pensaba, sostenidas en el techo de gasto aprobado durante el último año de mandato de Mariano Rajoy. Y, es más, si no logra sacarlas adelante, deberá afrontar lo que queda de legislatura con el presupuesto de Cristóbal Montoro, lo que dificulta, aunque no impide, sus intentos por llegar al 2020 antes de convocar elecciones generales anticipadas.

El balón de oxígeno que los socios de la moción de censura le han dado este jueves tiene más de simbólico que de real, más de tacticista -por coincidir con la reunión entre Sánchez y torra en Barcelona- que de estratégico. Tanto el PdeCat como ERC han advertido al jefe del Ejecutivo que no supone un primer paso para la aprobación de los Presupuestos, aunque lo parezca y siguen vinculado un sí a las cuentas con concesiones en el capítulo identitario. En todo caso, nunca es descartable un giro de guión que posibilite sacar adelante las cuentas contra todo pronóstico.

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