Ha sido el cuarto día de agresiones en menos de una semana. Una docena de sedes del PNV han amanecido desde el pasado viernes con pintadas en las que se le acusa del "asesinato" del preso de ETA Oier Gómez, muerto el pasado viernes en un hospital de Bayona (Francia) a consecuencia de una grave enfermedad.

En la mañana de este martes otras cuatro sedes de la formación han parecido con pintadas en apoyo a los presos de la banda y en contra de la actitud del partido de Andoni Ortuzar respecto a la política penitenciaria. En concreto, han sido los batzokis -o centros sociales- ubicados en las localidades vizcaínas de Bermeo, Gernika, Sukarrieta y Busturia.

 

El lunes otras dos sedes amanecieron con pintadas, las de Areatza y Zeanuri, que se suman a las que fueron atacadas en sábado -Iurreta y Portugalete- y las que lo hicieron el viernes de madrugada -Basauri, Errekalde, Markina y Lekeitio-. Todas ellas ubicadas en Vizcaya. Entre las pintadas se podía leer "Asesinos", "jo ta ke" ("Dale que te pego"), PreSOS" o "Agur eta ohore" (Honra y honor) en recuerdo de Gómez.

"Tránsito de la bala a la palabra"

A través de las redes sociales, la presidenta del PNV en Vizcaya, Itxaso Atutxa, ha denunciado los nuevos ataques de hoy que ha asegurado que muestran "la intransigencia de ayer, el autoritarismo de antes de ayer y la intolerancia de quienes sólo aceptan lo suyo y además quieren imponerlo". Ha asegurado que quienes realizan este tipo de ataques "no creen en la libertad, no creen en la pluralidad, no creen en la democracia y no quieren la paz". Ha mostrado su sorpresa por la pervivencia de "tanta intransigencia" en una sociedad que ha sido generosa con quienes han decidido hacer "el tránsito desde la violencia a la política desde la bala a la palabra, desde la extorsión al diálogo".

Pancarta de recuerdo a Oier Gómez, preso de ETA, aparecida en el Campus de la UPV en Leioa.

Pancarta de recuerdo a Oier Gómez, preso de ETA, aparecida en el Campus de la UPV en Leioa.

La Ejecutiva vizcaína del PNV ya denunció este lunes los ataques que calificó de "acciones antidemocráticas" que no hacen sino "alimentar la crispación y el conflicto". En una nota la Ejecutiva territorial vizcaína aseguró que acciones como ésta "entorpecen los anhelos de normalidad que desea la mayoría de la sociedad vasca".

La muerte de Oier Gómez, un preso de ETA de 35 años detenido en 2011 y condenado a 15 años por intento de atentado contra un gendarme, ha provocado numerosas pintadas y muestras de apoyo al preso en todo el País Vasco. Además de celebrarse actos de apoyo a Gómez y al conjunto de los presos de ETA, secundados por la izquierda abertzale, en lugares como la Universidad del País Vasco (UPV) también han parecido carteles recordando la figura del miembro de la banda fallecido.

En los ataques registrados estos días también fueron agredidas sedes del PSE y el PP vasco. En todos los casos las pintadas arremetían contra su posición en la gestión de la política penitenciaria y en particular en el tratamiento de los presos de ETA enfermos.

El colectivo de presos reivindica desde hace años la puesta en libertad de los reclusos de ETA gravemente enfermos y que cifra en alrededor de una veintena. Una marcha multitudinaria celebrada el pasado día 12 en Bilbao reclamó la excarcelación de los presos de ETA enfermos. El líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi afirmó que hacerlo sería una "contribución" por parte del Gobierno de Pedro Sánchez a la consolidación de la paz.

Recientemente Instituciones Penitenciarias reconoció al colectivo de víctimas del terrorismo que sobre la mesa por el momento no estudia la excarcelación de ningún recluso de la banda.

El pasado fin de semana el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska aseguró que la actual política penitenciaria basada en la dispersión de los reclusos en cárceles alejadas del País Vasco debía ser adaptada al nuevo escenario. Marlaska recordó en un acto celebrado en San Sebastián que la política de dispersión aplicada a ETA desde la década de los 80 tuvo su función y utilidad pero que con la banda ya disuelta sería necesario adecuarla al nuevo escenario.