Política

El PSOE sigue dando largas al PP para librar a Sánchez del "cara a cara" con Casado

Génova suaviza su posición inicial de condicionar el resto de los debates a que se celebre uno a dos e irá a los que le propongan

El PSOE sigue dando largas al PP para librar a Sánchez del "cara a cara" con Casado

Pedro Sánchez y Pablo Casado en su único encuentro en Moncloa, en agosto pasado EFE

No ha habido ni portazo ni negativa explícita, pero el PSOE lleva ya casi dos semanas sin responder a la oferta del PP de un cara a cara entre los jefes de filas de ambos partidos en un intento por salvar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de un debate a dos con Pablo Casado. El jefe del Ejecutivo no quiere sentarse a solas con el líder del primer partido de la oposición delante de una cámara, pero en lugar de admitir su negativa e intentar justificar lo que antes defendía con otros argumentos, Génova sigue pendiente de acuse de recibo. "No nos han contestado", admiten fuentes del partido consultadas por El Independiente.

Siendo líder de la oposición, Sánchez (o quizá sólo Pedro) defendía los debates con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.  Y era el PP el que arrastraba los pies. Fue el propio Pablo Casado, quien, en calidad de portavoz de su partido, argumentaba en mayo de 2016 que "el formato más idóneo" era a cuatro dado que es "el que mejor representa la pluralidad" del nuevo Parlamento. Sin embargo aquella era campaña a los comicios de la repetición electoral, los del 26-J, porque en la campaña del 20-D de 2015 sí hubo "cara a cara", aquel ya famoso de la indecencia y de la ruindad, y otro también a cuatro que incluyó a Pablo Iglesias y Albert Rivera, pero Rajoy dio la espantada y envió a su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

La única vez que no hubo "cara a cara" fue en los comicios de la repetición electoral

La ausencia de debate a dos para las elecciones del 26-J se acabó supliendo con uno a cuatro tal y como quiso el PP, y esta vez sí acudió Rajoy junto a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Pero lo cierto es que salvo con la excepción de 2016 -en unas elecciones también excepcionales-, no ha habido comicios sin debate cara a cara entre los líderes de las dos fuerzas con mayor representación en el Parlamento, al margen de las que haya podido haber después con más contendientes.

A la espera de una respuesta de Ferraz que todavía este fin de semana no se había producido, Génova es consciente de que, contra su intención inicial, no puede hacer supeditar el debate a dos con su participación en el resto de los formatos que se le propongan. "Iremos, pero nuestra prioridad es el cara a cara", dicen en el PP.

El PSOE juega con la ventaja de saber que los populares no van a tener más remedio que acceder a los debates a cuatro o cinco -con Vox incluido- independientemente de si se celebra o no un careo entre los líderes de los dos partidos con mayor representación en el Parlamento. Casado nunca ha sido de los de dejar la silla vacía o cederla, llegado el caso, a otra persona, como hizo Rajoy con Santamaría.

Un derecho de los electores

Todo apunta a un "plante" socialista que deje a los ciudadanos llamados a las urnas el próximo 28 de abril sin un debate que, con muchas dificultades, se había ido abriendo camino como un derecho de los electores, aunque la LOREG no recoja nada al respecto. Bien es cierto que la actual fragmentación del Parlamento obliga también a incorporar a otras fuerzas políticas, pero resulta complicado justificar una negativa basada en sondeos con intención de voto -esto es, que los populares no tienen garantizado el primer puesto entre el bloque de centro-derecha, insiste Ferraz- y no en los datos reales de su actual número de diputados. Que Sánchez, con 84 diputados cuestione la legitimidad de Casado con 137 bajo el argumento  de que el líder del PP puede no ser el segundo el 28-A no deja de ser una justificación, cuando menos, sui generis.

La Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) se limita a señalar que los los medios públicos de comunicación deben proporcionar espacios públicos gratuitos a las candidaturas, respetar los principios de pluralismo político, igualdad, proporcionalidad y neutralidad informativa.

Por su parte, los medios privados, conforme al artículo 66.2, "deberán respetar los principios de pluralismo e igualdad. Asimismo, en dicho periodo, las televisiones privadas deberán respetar también los principios de proporcionalidad y neutralidad informativa en los debates y entrevistas electorales así como en la información relativa a la campaña electoral de acuerdo a las Instrucciones que, a tal efecto, elabore la Junta Electoral competente". Es la única alusión, muy de pasada, a la posibilidad de debates electorales, que, a falta de su inclusión en la Ley, están sometidos al albedrío de los candidatos, y, esta vez, Sánchez no quiere "ni loco".

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