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Sánchez cambia de opinión y no quiere un debate "cara a cara" con Casado "ni loco"

El presidente del Gobierno ha comentado a miembros de su equipo que no desea ese debate, pero se escuda en que hará lo que le diga su comité de campaña

Pedro Sánchez y Mariano Rajoy en el debate previo a las elecciones generales de 20-D
Pedro Sánchez y Mariano Rajoy en el debate previo a las elecciones generales de 20-D | EFE

El PP ha hecho "casus belli" del debate a dos que ha propuesto entre su candidato a la presidencia del Gobierno, Pablo Casado, y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Hasta ahora sin respuesta. Ni siquiera Sánchez ha recogido el guante este miércoles durante la sesión de control al Gobierno cuando Casado ha insistido desde la tribuna en verse las caras en televisión esta campaña electoral. Los populares creen que "Sánchez no lo quiere hacer ni loco", pero no contemplan otra opción, de la que depende el resto de debates a cuatro, a cinco y hasta a siete que han propuesto distintas televisiones tanto públicas como privadas.

Sánchez ya ha comentado a miembros de su equipo que no desea ese debate, pero se escuda en que hará lo que le diga su comité de campaña, que dirigen el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y el director de Gabinete de Sánchez en Moncloa, Iván Redondo, quienes no se han puesto en contacto todavía con el coordinador de la campaña popular, el vicesecretario de Organización, Javier Maroto. De hecho, Maroto se ha quejado de que  los socialistas "se están pasando la pelota entre ellos",  de carecer de interlocutor con el que cerrar el debate "entre las dos únicas personas con opciones para presidir el Gobierno", insisten fuentes próximas a Casado.

Las televisiones han pedido debates a dos, a cuatro, a cinco y hasta a siete

El PP se dirigió a la Academia de Televisión para pedir que acogiera en su seno el debate "cara a cara" que podrían emitir las cadenas que quisieran pinchar la señal, pero, además aseguran haber recibido la invitación de Telecinco para otro debate con el mismo formato al que se une la propuesta de Atresmedia de un debate a cinco con los líderes de PP, PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos y Vox; otro de Televisión Española, a cuatro, sin la formación de Santiago Abascal; además de uno más con todas las formaciones con representación parlamentaria, al que irían los segundos o terceros niveles de cada partido.

Génova insiste en la disponibilidad de Casado para no eludir ningún debate pero, eso sí, siempre y cuando se cierre antes formalmente su "cara a cara" con Sánchez, siguiendo la estela de los que celebraron Felipe González y José María Aznar (con partido de ida y de vuelta) y Mariano Rajoy con el actual inquilino de la Moncloa. De hecho, Sánchez, como líder de la oposición, siempre exigió un enfrentamiento a solas con el presidente  del Gobierno, de donde salió aquel ya histórico "indecente" a cuenta de la corrupción.

Moncloa se aferra a que el sondeo del CIS de Tezanos pone al PP en cuarta posición

Desde Ferraz se aduce, sin embargo, que entre los partidos del bloque de la derecha, esto es, PP, Ciudadanos y Vox no está claro si es el PP el llamado a mantener la hegemonía de ese espectro ideológico, por lo que Casado no estaría en igualdad de condiciones para medirse con Sánchez. En cambio, para el PP es indispensable aparecer como el partido de referencia, de modo que Casado marque distancias tanto con Albert Rivera como con Santiago Abascal.

El barómetro del CIS correspondiente a enero no sólo volvió a situar al PSOE como ganador de la contienda con un 29,9, de porcentaje, sino que colocó al PP en cuarta posición, con un 14,9 por ciento de voto, por detrás de Ciudadanos (17,7) y de Unidos Podemos (15,4). Entonces Génova calificó el sondeo de "chiste" y llegó a bromear con que a la "factoría Tezanos" solo le faltó ponerlos por detrás del partido animalista Pacma.

Hoy toca "factoría Tezanos"

Este jueves el CIS. Tezanos vuelve a al carga con una encuesta preelectoral que, como siempre, no ha dejado indiferente a nadie aunque sus estudios estén marcados por la sospecha. Razón tiene el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas cuando habla de la volatilidad del voto y las dificultades para asignar porcentajes y escaños en un panorama electoral dividido en cinco, aunque el descrédito al que ha llevado al centro es de los que marcan época. No obstante, el hecho de que en el barómetro de febrero el PP vuelva a recuperar el segundo puesto, dificulta el argumento sobre quién está llamado a tener al hegemonía del centro-derecha tras el 28-A.

El trabajo de campo del sondeo que hemos conocido este jueves se realizó durante la polémica del relator en las negociaciones Gobierno-Generalitat seguida de la gran manifestación de Colón y cuando todavía no se había convocado elecciones generales , pero lo que diga o deje de decir será más objeto de chanza que de otra cosa.

 

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