Será la primera ocasión en la que dos víctimas de ETA declararán ante la Audiencia Nacional por el recibimiento brindado al asesino de sus padres. El 'ongi etorri' al preso de la banda terrorista tras  su salida de prisión, después de 29 años en la cárcel, se produjo el pasado 5 de julio en Vitoria. Ramón López Abetxuko cumplió condena por los asesinatos de Jesús Velasco Zuazola, el 10 de enero de 1980, y de Eugenio Lázaro Valle, el 13 de abril de ese mismo año.

Ahora, los hijos de sus víctimas, Ana Velasco y Eduardo Lazaro, han sido citados por la Audiencia Nacional para declarar en torno al homenaje brindado a Abetxuko. Ambas lo habían solicitado en la denuncia que a través del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, COVITE, formalizaron a finales de julio pasado. La petición fue admitida y Velasco y Lázaro declararán, en una fecha aún por determinar, sobre el homenaje que se le rindió al asesino de sus padres en Vitoria el pasado verano.

Las víctimas declararán haberse sentido humilladas por el 'ongi etorri' al asesino de sus padres

La denuncia presentada por Covite considera que el acto, en el que se acogió entre vítores, aplausos, banderas y en el que hubo un aurresku (un 'baile de honor') y entrega de flores, supuso un posible delito de enaltecimiento del terrorismo y de humillación a las víctimas. La denuncia incorporaba por primera vez la petición a la Justicia de que se tomara declaración a las víctimas del homenajeado y que ahora ha sido admitida.

Ambas víctimas declararán que lo ocurrido en el casco viejo de Vitoria en el recibimiento de Abetxuko supuso una humillación para ellas y para la memoria de sus padres. La denuncia fue presentada no sólo contra el propio Abetxuko, "sin cuya participación activa no hubiesen podido producirse los hechos", sino también contra los presentes y los organizadores del mismo,

Hasta ahora, durante los últimos años la Justicia se ha mostrado reacia a condenar este tipo de actos de bienvenida al considerar que en ellos no se producía por si mismo un acto de reconocimiento expreso de la trayectoria del homenajeado ni se llamaba a secundarla.