Cuando se tiene un negocio de restauración, en el que se está en contacto con alimentos y productos de consumo humano, es imprescindible seguir una serie de normas higiénicas. Desde el Instituto de Salud Pública de Navarra han elaborado la “Guía de buenas prácticas de higiene alimentaria” en donde recuerdan los puntos más importantes a tener en cuenta. Con estas prácticas te alejarás de los mediáticos restaurantes del conocido programa 'Pesadilla en la cocina', en donde los espectadores han visto de todo.

Buenas prácticas en cuanto a higiene en la restauración

Lo primero a cumplir será mantener un aspecto pulcro. Esto pasa por recoger el cabello, en caso de ser largo, así como tener arreglada la barba en el caso de los hombres. De esta manera evitaremos que caiga pelo a la comida.

También será necesario tapar los cortes y heridas con vendajes impermeables y, si fuera necesario, guantes. En el caso de utilizar estos últimos, ya sea por esas pequeñas lesiones o porque las tareas habituales lo requieran, será importante mantenerlos limpios. Incluso cambiarlos frecuentemente si son de un único uso.

En caso de enfermedades que se puedan transmitir a través de los alimentos, o si el trabajador comienza a sentirse mal mientras desempeña su labor, deberá e avisar al superior o empresario para que lo tenga en cuenta y tome las medidas necesarias.

Lavar las manos de forma habitual también es una de las normas a seguir. Se convierte todavía en mayor necesidad en casos como:

  • el momento de incorporarse al trabajo (ya sea a primera hora o tras cualquier descanso)
  • si se va al servicio, se come o fuma o se manipulan deshechos o basuras
  • tras labores de limpieza o mantenimiento
  • si se toca dinero (ya sea billete o moneda)
  • o después de tocarse la boca, el pelo o sonarse la nariz.

Las manos no son lo único importante en cuanto a limpieza, también lo es la ropa de trabajo. Por eso es recomendable utilizar dicha indumentaria sólo para trabajar. Además habrá que lavarla con frecuencia, priorizar el uso de velcros o cintas (antes que botones o corchetes) para los cierres y tratar de no utilizar los bolsillos en la parte superior, ya que podría caer su contenido sobre los alimentos.

La formación para trabajadores de restauración: algo elemental

Seguir todas estas prácticas evitará o reducirá el número de riesgos para los clientes, ya sea por alergias o intoxicaciones. Para que se cumplan será necesario formar al personal en buenas prácticas de higiene, manipulación de alimentos, etc. Estas formaciones debe hacerlas alguien con conocimientos en la materia y se deberán guardar los certificados correspondientes.

El empresario deberá facilitar el acceso a estas formaciones a aquellos trabajadores que no dispongan de ellas para que puedan realizar las tareas en contacto con los alimentos. También será necesario revisar periódicamente el funcionamiento de los protocolos y, caso de que no funcionen bien y haya fallos, será necesario mejorarlos.