Tradicionalmente a la sombra de Tokio, la ciudad de Osaka podrá presumir este fin de semana de ser la capital de la economía mundial. Toda reunión del G20 supone siempre un hito de enorme relevancia. Pero la trascendencia de esta nueva cita rebasa cualquier precedente cercano. Y no tanto por los debates previstos en la agenda oficial, sino por el esperado encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.

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