El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha acusado hoy en el Parlament la confrontación vivida esta semana entre los dos partidos que dan apoyo a su gobierno, y ha entonado el "mea culpa" que no quiere aceptar su partido, JxCat, para apelar por enésima vez a la unidad del independentismo. Ha sido durante la sesión de control parlamentario, en la que el presidente del Grupo de ERC, Sergi Sabrià, ha utilizado los últimos reveses judiciales del independentismo para señalar la "represión" a la que les somete supuestamente el Estado y apelar a la necesaria unidad de las fuerzas separatistas.

"Lamento y expreso también mi parte de la culpa, pero avancemos juntos, debemos hacer el esfuerzo porque la ciudadanía se lo merece" ha reclamado Quim Torra a sus socios de ERC en plena crisis abierta por los pactos locales y, muy especialmente, la alianza de JxCat y el PSC para entregar a los socialistas la presidencia de la Diputación de Barcelona. El propio president ha sido muy crítico con la decisión de JxCat de pactar con el PSC en la Diputación de Barcelona, tras haberse comprometido personalmente con el respeto a la unidad independentista en los pactos locales. Torra y su familia fueron determinantes para frustrar el acuerdo de gobierno de JxCat y el PSC en Santa Coloma de Farners, localidad a la que están muy ligados.

"Si la represión nos afecta a todos por igual, si el objetivo es el mismo para todos los grupos independentistas, avancemos juntos en todos lados" ha añadido Torra. "Esta debería ser una de las máximas del independentismo" ha concluido el presidente catalán, quien ha reconocido que el independentismo "vive con contradicciones, pero tenemos que ver dónde empezamos", una referencia nada velada a los pactos locales sellados por ERC con el PSC en contra de mayorías de JxCat en tres alcaldías claves para Junts. Los republicanos, sin embargo, han atacado duramente el acuerdo de gobierno en la Diputación asegurando que no se puede equiparar a las alianzas municipales que ellos mismos han suscrito con los socialistas.

Nuevo cruce de reproches

La petición de unidad de Torra ha llegado, sin embargo, después de un nuevo cruce de reproches entre republicanos y neoconvergentes a cuenta de los pactos locales. En una entrevista de Rac1 el propio Sergi Sabrià, ha vuelto a cargar contra JxCat, partido al que ha acusado de "entregar la Diputación al PSC sin demasiado sentido", y ha reclamado sentido común y renuncie al pacto con los socialistas.

Sabrià ha lamentado que Junts actúe con "las formas de la vieja Convergencia" y le ha reclamado a este partido que, si realmente quiere marcar distancias con la extinta CDC, actúe de una forma diferente en la Diputación de lo que ha hecho hasta ahora. "Para nosotros es una cuestión de país. Si para ellos es una cuestión de sillas y para nosotros de país, que se queden con las sillas", ha zanjado. Así, ha asegurado que el Govern funciona al margen de las discrepancias por la Diputación, pero ha avisado de las consecuencias de mantener el pacto con el PSC: "Tomarán una decisión que puede marcar el futuro del país".

En la misma emisora, el portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, ha lamentado las formas de Sabrià y se ha preguntado si realmente esta es la manera correcta de facilitar un acuerdo entre los dos partidos en el ente provincial. "Una forma muy extraña de poner aceite en la máquina es el tono un poco agresivo y nervioso de Sabrià", ha criticado Pujol, quien ha admitido que ahora mismo el soberanismo no tiene unidad estratégica.

JxCat afirma que, si ERC quiere seguir aspirando a un pacto con ellos en la Diputación, primero tendría que hacer "los deberes", y esto pasa, según Pujol, por que los dos partidos se comprometan a revertir los pactos que tienen con el PSC en ayuntamientos de Cataluña. "Hechos y palabras tendrían que ir de la mano. Se llama coherencia. Y si hay coherencia y voluntad de reversión total se puede hablar de todo. Pero lo primero que tiene que hacer ERC son los deberes", ha zanjado.