El antiguo espía del MI6 y colaborador del FBI durante la campaña electoral que aupó a Donald Trump, Christopher Steele, mantuvo una "prolongada" amistad con Ivanka Trump, la hija del presidente de Estados Unidos, durante la investigación que se llevó a cabo para discernir si Rusia había participado de alguna forma en dichos comicios para desestabilizar a la candidata demócrata Hillary Clinton.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado un informe este lunes en el que se detalla la "extensa" relación de amistad que el exagente de la Agencia de Inteligencia Británica habría mantenido con un miembro de la familia Trump que, aunque no se especificó, sería la hija del presidente, tal y como ha señalado la cadena de televisión ABC News.

El FBI utilizó el trabajo de Steele como parte de su investigación. En uno de los puntos de su informe, el agente británico asegura que las acusaciones de parcialidad que pesaban sobre él acerca de cómo trató a Trump durante la campaña fueron "ridículas", aunque reconoció que estaba "dispuesto favorablemente", pues "había tenido una relación de amistad" con un miembro de la familia durante "algunos años".

En su informe, el Departamento de Justicia no ha encontrado evidencias claras de parcialidad política por parte del FBI, pero ha reconocido que se cometieron errores. La investigación del FBI, abierta en el verano de 2016 antes de las elecciones de noviembre, fue asumida en mayo de 2017 por el exjefe del FBI Robert Mueller.

La investigación llevada a cabo por Mueller durante 22 meses detalló la existencia de una supuesta campaña rusa de piratería y propaganda para dañar a Clinton e impulsar a Trump. Mueller documentó numerosos contactos entre algunas figuras de la campaña de Trump y Moscú, pero no encontró evidencias suficientes para una conspiración criminal.