El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD),  Miguel Ángel Villarroya, ha anunciado hoy que se va a estudiar la instalación de un hospital en el Centro Penitenciario de Picassent (Valencia). La petición ha llegado a Defensa a través de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana. El Centro Penitenciario de Picassent es el que más reclusos tiene con más de 2.000 presos, el doble que la mayoría de cárceles de España.

Según Instituciones Penitenciarias la solicitud a Defensa por parte de la Delegación surge ante el temor de la subdirección médica del centro de que estalle un brote de COVID-19 en el centro y las pocas habitaciones con custodia que tiene asignado el centro penitenciario en el Hospital General de Valencia, su centro de referencia. Este hospital cuenta con 6 habitaciones de custodia, esto es, habitaciones con vigilancia policial para los presos ingresados. Un cantidad que para una población reclusa del centro se quedaría corta rápidamente con el brote, en este sentido la presencia de militares para instalar un hospital de campaña en Picassent sería para poder actuar y poder atender a los presos en el propio centro.

Casos entre funcionarios

El Centro Penitenciario de Picassent, que son dos cárceles en una, tiene el doble de población reclusa que las demás, cuenta en este momento con 13 funcionarios con positivo en COVID-19, según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que hacen cuarentena en sus domicilios. Dentro de la población reclusa no hay casos confirmados, sólo cinco presos en cuarentena con síntomas compatibles con COVID-19, a los que de momento, según fuentes del Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria, les han hecho la prueba del coronavirus. De manera preventiva los tres módulos de los que provienen estos presos sospechosos se han puesto en cuarentena, no están en contacto con los otros módulos, se pueden mover con libertad, solo en sus módulos de manera que no entran en contacto con el resto de la cárcel. Según Instituciones penitenciarias son más de 120 presos.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios denuncia que, a pesar del incremento de contagios en la prisión de Picassent, "no existe la prevención adecuada por parte del Ministerio del Interior. El sindicato lamenta que continúen sin hacer test para detectar nuevos infectados o descartar a funcionarios que hayan estado en contacto con personas contagiadas", señalan en un comunicado.

No hay teléfono en la cárcel

A la situación de incertidumbre que viven los presos, y que preocupa a los funcionarios por lo que pueda tener de deriva violenta como la que casi se inicia en Ocaña esta Semana Santa, se suma una avería de la línea telefónica en el centro que impide a los presos contactar con sus familiares. Una avería que, según Instituciones Penitenciarias, dura ya 24 horas.