Primera entrevista de Pedro Sánchez tras el estado de alarma y la emergencia sanitaria. Para ello ha elegido a La Sexta. Sin embargo, no ha habido grandes revelaciones, con un discurso muy en la línea de sus comparecencias semanales. Quizá lo más llamativo ha sido su defensa de la necesidad de abordar una reforma impositiva , dado que en España la recaudación está 7 puntos por debajo de la media de la UE, "y lo vamos a hacer con justicia fiscal", en definitiva "subírselo a las grandes corporaciones y no a las medianas y pequeñas empresas" e insistir en una fiscalidad "verde". Pero en este punto, considera Sánchez que el impuesto a las altas fortunas que tanto defiende su socio de gobierno "no deja de ser un fetiche" por entender que "es necesario entrar a fondo" y abordar también otros cambios en el impuesto de patrimonio y en el de sociedades, dado que el tipo efectivo no pasa del 10 por ciento.

Sin embargo, a pesar de estas discrepancias, asegura Sánchez que la coalición de gobierno goza de excelente salud. "Esta coalición ha salido soldada, está mas fuerte que nunca y debo reconocer el trabajo de todos y cada uno de sus miembros", ha dicho para apuntar a que Unidas Podemos es, "sin duda, un socio leal y se lo quiero reconocer a sus ministros y grupo parlamentario". No ha entrado en las revelaciones en torno al "caso Dina", salvo para enarbolar el consabido argumento de no comentar cuestiones judiciales abiertas y de respetar la independencia judicial, aunque ha afirmado tajante que "en nuestra vida vamos a plantearnos tener una parapolicía como el PP".

Además, ha expresado su deseo de tener Presupuestos antes de finales de año vinculados a los fondos de recuperación europeos. "Debe haber un acuerdo en julio, es imperativo llegar a un acuerdo con el mayor número de partidos políticos. La unidad no es un regalo que hace la oposición al gobierno". En este sentido ha exhortado tanto al PP como al independentismo para que se sumen al consenso presupuestario que, además, le aseguraría completar la legislatura.

Respecto a la gestión del coronavirus, admite que "es evidente que con los datos de hoy hemos llegado tarde en España y en el mundo" pero a continuación ha matizado que "con los de entonces llegamos cuando teníamos que llegar". Sánchez ha querido dejar claro, de forma exculpatoria, que las competencias en Sanidad y residencias de ancianos es de las Comunidades y que fue la decisión gubernamental del decreto del estado de alarma el instrumento más útil para hacer frente al contagio. Es más, asegura que el coronavirus estaba en la agenda del Gobierno "un día después de tomar posesión", pero que no fue hasta marzo que la OMS declaró la pandemia.

A las críticas de la ex ministra Ana Pastor de que se actuó tarde, ha recordado que la creación del CCAES y el nombramiento de Fernando Simón les vino heredada y que Simón "no es una persona que hubiéramos nombrado como consecuencia del nuevo gobierno". También ha asegurado que el Ejecutivo no ha cuestionado la gestión de las comunidades, lo que no es cierto porque el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha arremetido contra Isabel Díaz Ayuso a cuenta de la letalidad en las residencias de ancianos y también forma parte de la estrategia del PSOE contra los gobiernos autonómicos populares.

Sánchez no descarta nuevos decretos de estado de alarma

Tras asegurar que "hemos podido cometer errores y el primero que lo asume soy yo", ha rebatido las críticas del PP respecto a los controles anti-covid de Barajas bajo el argumento de que se siguen las normas de la Unión. En todo caso, ha advertido que "no hay riesgo cero y la garantía que deben tener los ciudadanos es que este es un país seguro". Respecto a la posibilidad de decretar nuevos estados de alarma, ha recordado que "es un artículo constitucional y, por tanto, una garantía que tenemos, pero es importante que reivindiquemos lo que hemos conseguido". Por otro lado, ha pedido tiempo para conocer los datos reales de fallecidos y afirmado que "no hemos escondido ningún dato. El gobierno siempre, siempre, ha sido transparente".