Podemos es la única formación política de ámbito nacional que todavía no ha reunido a su ejecutiva para analizar los decepcionantes resultados electorales del 12-J, cosa que tiene previsto hacer bien este jueves o el viernes. Pero como aviso a navegantes, su secretario de Organización Estatal, Alberto Rodríguez, escribe una tribuna en el órgano de expresión morado, La última hora, en la que advierte que "no nos va temblar la mano a la hora de proteger a la organización, cueste lo que cueste", cerrando así la puerta a cualquier posición disidente o crítica hacia la dirección tras su desaparición en Galicia y la pérdida de la mitad de apoyos en Euskadi.

Rodríguez lanza esta advertencia tras recordar que "hemos tenido la valentía de tomar decisiones claves para el presente y el futuro del partido" y arremete contra los que "se creían intocables, acumulando tras mucho tiempo un poder inmenso e invisible basado en la amenaza, el chantaje, la arbitrariedad y el favoritismo". Se trata de "mantener viva y sana la herramienta política que da esperanza a millones de personas" y eso "bien merece el sacrificio".

"Había quienes se creían intocables, acumulando un poder inmenso basado en la amenaza y el chantaje"

Lamenta cómo Podemos lo ha "pagado caro y lo seguimos y lo seguiremos pagando. No hay más que ver las portadas y filtraciones en determinados medios de comunicación. Pero no importa, no hay fuerza más poderosa que la conciencia tranquila de saber que hacemos lo justo".

En todo caso, el que fuera sustituto de Pablo Echenique en la todopoderosa secretaría de Organización, asume la asunción de errores en lo que afecta a las cuestiones orgánicas, que no políticas o de mensaje. "Errores propios, muchos. Evitables, no todos", afirma, para acusar a continuación que los mismos han sido "sobredimensionados" por unos medios de comunicación "que tienen dueños que añoran el bipartidismo".

Hace un repaso por las debilidades de la estructura organizativa. Destaca "un desborde y diversidad muchas veces difícil de gestionar"; la existencia de "proyectos personales, los inevitables egos de la fama y una lupa permanente escudriñando y amplificando cualquier conflicto interno" y la carestía de recursos.

"Despejemos la niebla"

Bajo el título "Despejemos la niebla", lamenta que dichas debilidades han sido un caldo de cultivo perfecto para, "en demasiadas ocasiones, generar una cultura política, un quehacer militante, basado en la batalla interna permanente. La no aceptación de la derrota en los procesos democráticos. Percibir adversarias donde deberíamos sentir compañeras. Debates estériles, virtualización de los mismos y escaso nexo con el afuera. Por supuesto esto cansa y resta", asume.

"De los ataques del poder real del país y su virulencia -agrega- no hace falta hablar mucho, basta con encender la televisión o tener un poco de memoria del caudal de mentiras, ataques e invisibilización de estos años. A veces uno piensa que es casi un milagro que existamos. Pero con eso contábamos y no desaparecerá (mientras sigamos del lado correcto de la historia), así que mejor no culparles de todos nuestros males, porque nos nubla el análisis".

Pero Rodríguez, en el que es el primer análisis del resultado del 12-J de un miembro de la dirección de Podemos, cree que los problemas se superarán en cuanto el modelo organizativo aprobado en la tercera Asamblea Ciudadana Estatal eche a andar, lo que permitirá tener un censo actualizado, estructuras reales a todos los niveles territoriales y, "lo que es más importante, con capacidad efectiva para hacer política".

"Ante este panorama solo nos queda dejar de mirarnos el ombligo, levantar la cabeza y ponernos a trabajar codo con codo con todo el tejido comunitario y asociativo de nuestros entornos más cercanos", exhorta el número dos de Podemos como fórmula para salir de la hecatombe electoral del pasado domingo.