El PP suma y sigue en la escalada de tensión y discrepancias internas. El último capítulo viene a cuenta de las polémicas declaraciones que la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, protagonizó ayer en varias emisoras de radio diferentes, en las que aseguró que "La Sexta está haciendo negocio con la erosión de nuestro sistema democrático".

Las controvertidas palabras de la polémica dirigente no cayeron en saco roto y levantó una oleada de críticas no sólo desde medios de comunicación y formaciones políticas, sino también dentro de su propio tejado. Dirigentes de peso como el gallego Alberto Núñez Feijóo censuraba esta misma mañana la opinión de su compañera de filas al asegurar que la libertad de prensa debe ser "sagrada y consagrada" y, aunque defiende que se puede discrepar, "no se puede censurar ni tachar a un medio".

Pese a la falta de apoyo interno -fuentes internas afirman que ni la portavoz ni el presidente del partido, Pablo Casado, han hablado al respecto-, Álvarez de Toledo ha redoblado este martes sus ataques a La Sexta. En el marco de la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Portavoces en el Congreso, la dirigente popular se ha reafirmado en lo dicho, asegurando que "hay medios que hacen negocio a costa de la democracia", y ha señalado directamente a la cadena privada por "promover o participar en las mentiras de los partidos populistas".

Preguntada por la falta de apoyo dentro de sus propias filas al discurso contra este medio de comunicación, en que ningún dirigente del partido ha salido al paso ni secundado estas palabras, Cayetana Álvarez de Toledo se ha defendido asegurando que en su partido "hay libertad de expresión".

La comparecencia de la portavoz popular se ha enmarcado en la premisa de libertad de actuación dentro de las filas del PP, en que algunos círculos han llegado a tachar de "inoportunas" la nueva salida de tono de la diputada, sobre todo en un momento en que el partido se esfuerza por ser los abanderados de la liberad de expresión y de prensa contra el argumentario del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que amenazaba este domingo con meter "en la cárcel" a lo enemigos políticos y mediáticos "de las cloacas del Estado", que es "donde tienen que estar". "A mi no me van a escuchar pedir la cárcel para un periodista como ha hecho Iglesias", respondía la diputada popular.

"Todos estamos sujetos a la crítica pública. Cuando un periodista critica a un político, la libertad de expresión se ejerce. ¿Por qué no puede ser a la inversa?", seguía la portavoz del PP, desvinculándose de la posición de su partido y subrayando el mantra que ha mantenido a lo largo de toda la mañana, la de presentarse como el verso libre del partido: "En mi nombre no puede hablar nadie".

La polémica alcanzó ayer cotas máximas cuando el presentador de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, contestaba a Álvarez de Toledo en directo, asegurando que "el PP ha tenido siempre una mala relación con la libertad de expresión". "Que le quede claro a Cayetana Álvarez de Toledo que vamos a seguir haciendo lo que consideremos que tenemos que hacer (...) No le vamos a pedir permiso", reiteraba el periodista.

Achacaba Ferreras al PP la incapacidad de "hacer nada" con la fuga de Carles Puigdemont, y que lo que "sí hizo" fue "ordenar a la policía y a la Guardia Civil que les dieran palos a un montón de ciudadanos de Cataluña, mujeres, hombres y niños", unas declaraciones que Álvarez de Toledo ha calificado de "mentiras".

Álvarez de Toledo no acudirá a ninguna manifestación del 8-M

Más allá de las polémicas declaraciones sobre libertad de expresión, Cayetana Álvarez de Toledo ha vuelto a evidenciar la falta de consenso entre ella y el resto del partido al asegurar que "yo no voy a ir a ninguna manifestación" en el marco de los actos convocados este domingo por el Día de la Mujer.

Álvarez de Toledo se desvincula de su partido y se autodenomina como "periodista amazónica"

En la semana del 8-M y después de que la vicesecretaria general de Política Social del PP, Cuca Gamarra se declarase abiertamente "feminista" en el marco de una entrevista para TVE y anunciase que el partido trabajaría "en este sentido", la portavoz ha rechazado horas después esa visión de "convertir a las mujeres en víctimas", y se ha definido a sí misma como "feminista amazónica" de la escuela de Camille Paglia, la escritora que critica abiertamente el feminismo 'moderno'.

Pese a evidenciar la falta de consenso entre ella y otros dirigentes de sus filas, Álvarez de Toledo ha insistido en que "las mujeres en el PP no somos bloques monolíticos, y no todas pensamos lo mismo ni nos identificamos de la misma manera".

A su juicio, no es correcto encarar el 8-M como una "protesta enfadada y pesimista contra una presunta violencia contra las mujeres y una cultura machista" que "no existe"; sino como una "celebración" porque "las mujeres en España nacen libres".

En este sentido, la diputada por Barcelona volvía a reiterar que "en mi nombre no habla nadie" y rechazó estar dentro del "colectivo identitario" de la mujer, cuya idea, asegura, "es el primer paso hacia el sometimiento". "No pensamos lo mismo, no sentimos lo mismo, y no nos identificamos de la misma manera", concluía.