La actriz y cómica Yolanda Ramos fue una de las invitadas del segundo programa de la temporada de Las Tres Puertas, el formato de entrevistas de La 2 presentado por María Casado. Como es habitual en sus apariciones televisivas, la invitada hizo uso de su ingenio y de su particular sentido del humor para mantener una charla amena, pese a que trataron algunos temas bastante densos, como los problemas anímicos de la invitada, que contrastan con el gran momento profesional que atraviesa.

Al inicio de la entrevista, y tras repasar su complicada infancia y sus primeros trabajos en El Molino, la actriz mencionó que es PAS (persona altamente sensible), algo que condiciona su día a día y, en muchas ocasiones, se lo dificulta.

"Es algo que me produce dolor en el alma, siento un vacío... a veces la cosa va a más y pienso que soy una hartura y una pesada. Creo que parte de la sensibilidad que he heredado ha sido por parte de mi madre", explicó, al respecto.

María Casado quiso saber, entonces, si la entrevistada consideraba que la vida merecía la pena. "A veces sí, pero no lo sé, como no me preguntaron si quería venir… pues estoy aquí y voy adelante. Estoy pasando una mala temporada ahora, quizás por la edad", respondió Ramos, furibunda.

Respecto a su trabajo, la actriz apuntó algunos motivos por los que consideraba que le pagaban de menos que a otras profesionales. "La gente es buena y mala a veces, y la gente mala aprovecha mi sinceridad para pagarme menos. Me pasa todo el rato, porque doy un aspecto como de loca. Yo creo que es por mi carácter, que los otros no se lo creen", reflexionó.

En esa línea, auguró que, si tuviese un aspecto más serio e intelectual, le pagarían mucho más, pues en la actualidad no le resultaba creíble a algunas personas por su "sinceridad y humildad", cuando lo que se busca es a alguien que "se haga la chula y adorne su trabajo", algo imposible para ella, quien se definió como una persona "incapaz de engañar".

También afeó el coste profesional de la maternidad y cómo la precariedad está llevando a que las mujeres sean madres cada vez más tarde, que a su vez es cuando resulta más difícil e inseguro quedarse embarazada.

"Yo he sido madre más mayor, ya no tenía tantas posibilidades, que es lo que nos está pasando a la mayoría de mujeres que queremos ser madres. Cuando eres fértil, no tienes trabajo, no tienes nada, es un tema peliagudo. Si tienes menos de 40, te ayuda la seguridad social pero, si tienes más, vale mucho ser madre", concluyó.