Este jueves se ha estrenado en HBO Max la esperada segunda temporada de And just like that, la secuela de Sexo en Nueva York, después de una primera edición que obtuvo críticas muy dispares. Con el adelanto de que a final tendremos una reaparición de Samantha Jones (Kim Catrall), resulta más emocionante adentrarse de nuevo en la vida de estas mujeres ricas en Manhattan. Sobre todo ante la premisa inicial de que están invitadas al evento más lujoso y extravagante de Nueva York: la Met Gala.

Acabamos la temporada pasada con Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) rompiendo su luto con el productor Franklyn (Ivan Hernandez) y ahí volvemos. Los primeros planos son toda una declaración de intenciones. Por fin recuperaremos lo que muchos echaron de menos: la vida sexual de las protagonistas. Lo que siempre ha gustado de Sexo en Nueva York y todo su universo es precisamente la manera desinhibida (e irreverente) de enfrentarse a ciertos temas.

El personaje de Lisa (Nicole Arie Parker) se ve obligada a caminar por Nueva York de camino a la Met Gala en 'And just like that...'
El personaje de Lisa (Nicole Arie Parker) se ve obligada a caminar por Nueva York de camino a la Met Gala.

'And just like that...' pisa terreno inexplorado

Por eso es la trama de Miranda (Cynthia Nixon) la que se lleva la palma de conversaciones incómodas que se pueden tener en televisión. Es su personaje quien se lanza al desnudo sin complejos, a ponerse un strap on (un arnés sexual), y a mostrarse vulnerable en el comienzo de una relación. Y es Che (Sara Ramirez) quien más evoluciona narrativamente en estos primeros minutos de la temporada con solo una escena.

El trauma que causan las dietas y el efecto que tienen las palabras de los demás en nuestro cuerpo, nuestra psique y nuestras relaciones: ahí es donde And just like that pisa un terreno nuevo y reivindicativo. Che pasa de ser un personaje plano y hasta molesto a ser alguien con capas con quien el espectador se puede identificar.

Che (Sara Ramírez) tiene por fin su arco argumental en 'And just like that...'
La relación de Che y Miranda avanza.

Una muestra de que la serie no quiere continuar con los estereotipos que, durante tantos años, han dañado la autoestima de las mujeres. No hay dieta que valga, la autoestima se construye tengas el cuerpo que tengas.

Carrie es víctima de su propio consejo

La trama de Sexo en Nueva York siempre ha estado guiada por los consejos de Carrie y esta vez no podía ser menos. Esta vez ella sucumbe a su propia indicación, y volvemos a ver otro detalle que se echaba de menos. Ese momento de cotilleo en la mesa del brunch, sin Miranda y sin Samantha, pero con Charlotte (Kristin Davis), Seema (Sarita Choudhury) y Anthony (Mario Cantone). A veces hay que conformarse.

Charlotte se queda con la boca abierta al ver quién está en casa con Carrie en 'And just like that'
Charlotte se queda con la boca abierta al ver quién está en casa con Carrie.

La relación de Carrie y Franklyn amenaza con dar pasos hacia delante, pero nuestra querida protagonista no está dispuesta. Una prueba más de que el productor radiofónico resulta poco más que un vehículo de la trama, sobre todo cuando sabemos que en algún momento reaparecerá Aidan (John Corbett).

Y por supuesto se abre la puerta a todos los guapos de Hollywood. El atractivo Gary Dourdan, a quien la mayoría del público conoce de CSI, ha hecho su aparición como Toussaint. Una visión de carne y hueso para tentar a Nya (Karen Pittman), y poco a poco darle opciones de que su personaje se gane el cariño del público.

La lucha por modernizarse de Carrie y las chicas

Ya el paso a pódcast de Carrie, sustituyendo la famosa columna que siempre había guiado la trama, resultaba extraño en la primera temporada. Son pequeños detalles a los que todavía hay que acostumbrarse. Al igual que los claros intentos de Darren Star (su creador) de modernizar y diversificar una serie sobre mujeres blancas, heterosexuales y ricas.

Seema, Nya y Lisa (Nicole Ari Parker) daban ese giro a la serie, y poco a poco parecen estar consiguiendo dejar de ser un accesorio para la inclusión y tener sus puntos de interés, sus tramas, sus fans. No es fácil entrar en un nuevo grupo de amigos, mucho menos entrar en un producto que ya tiene seguidores acérrimos.

Carrie Bradshaw bucea en su armario para encontrar su mítico vestido de novia de Vivienne Westwood
El vestido de novia simboliza el final definitivo del luto de Carrie, que mira hacia el futuro (sin dejar de ser la mejor vestida)

El adiós definitivo al pasado

El final del primer episodio deja claro que ha terminado el luto por Mr. Big (Chris Noth) cuando Carrie vuelve a enfundarse en su mítico vestido de Vivienne Westwood. La Met Gala se merece cerrar el círculo del hombre que siempre ha formado parte de la serie. Algo viejo, algo nuevo, algo azul y, por supuesto, MODA con mayúsculas. Todos los ingredientes para que la protagonista comience el camino que la llevará a la siguiente etapa de su vida. Y nosotros estaremos pendientes.