El 6 de junio de 1998 se estrenó en HBO el primer capítulo de Sexo en Nueva York, aunque la serie tardó casi dos años en llegar a España, en mayo de 2000, cuando tuvo lugar su estreno en Canal +. Veinticinco años después, la serie inspirada en las columnas y libros de Candance Bushnell sigue siendo un referente y permanece entre los títulos más vistos de la plataforma HBO Max. Y pese a sus irreverentes guiones, ha logrado sortear el escrutinio de la nueva corrección política. Quizá porque la afilada pluma de Michael Patrick King y su equipo de escritores disparaba contra todo y contra todos.
A pocas semanas del estreno de la segunda temporada de And Just Like That, la secuela de Sexo en Nueva York, recuperamos algunos de los momentos más divertidos, que con frecuencia eran los más explícitos y salían de la boca de Samantha Jones. El añorado personaje interpretado por Kim Cattrall ha sido una de las ausencias más llamativas en la última película de la saga y en And Just Like That. El anuncio de su regreso en el último episodio de la temporada que se estrena el 23 de junio ha sido muy celebrado por los fans.
El personaje de Samantha se debate entre el alivio cómico y el verdadero sentido de la serie. Mientras las otras tres mujeres se centran en el amor, el dinero o su carrera, parece que el objetivo de la relaciones públicas es tener relaciones sexuales, lo que justifica en buena medida el nombre de la ficción.
Samantha es, además, la mayor de las cuatro mujeres, por lo que también rompe el tabú de que a partir de cierta edad al género femenino se le acaba el apetito sexual. Samantha reivindica una y otra vez la libertad que nuestra sociedad continúa buscando 25 años después del primer episodio. Aquí, su inexperiencia ordeñando una vaca dio lugar a una broma tan divertida como procaz.
A pesar de que estas más de dos décadas transcurridas desde el estreno del primer episodio se notan en la trama, ‘Sexo en Nueva York’ ha envejecido con cierta dignidad. Por ejemplo en esta imagen, temas que se reivindican más que nunca, como el de la protección de la piel ante el sol.
«Los zapatos son a las lesbianas poderosas lo que los puros a los brokers». Los comentarios irreverentes de ‘Sexo en Nueva York’ tocaban a todos los colectivos. A pesar de que los asuntos más habituales concernían a mujeres heterosexuales y hombres gais, a lo largo de seis temporadas hubo tiempo para todo.
Charlotte daba vida a la más tímida y estirada de las tres protagonistas. Una joven rica y educada que buscaba el amor verdadero (y que tuviera dinero) para vivir su vida de ensueño en las mejores familias y casas de Nueva York. En su trabajo como galerista previo a su matrimonio con Trey (Kyle MacLachlan) vivió algunas situaciones rocambolescas con sus artistas.
«Sus palabras decían que no pero su beso decía sí»
La historia de amor de Carrie Bradshaw con Big (Chris Noth) ha sido el foco principal de las seis temporadas. Entre idas y venidas, la protagonista tuvo otras historias de amor, como la de Aidan (John Corbett), que volverá ahora para la segunda temporada de ‘And just like that…’
En seis años de emisión hubo tiempo para cameos de altura como el de Matthew McConaghey, que hizo de sí mismo en la tercera temporada. En una escena de lo más incómoda (sobre todo post escándalo Weinstein) el actor y director de la película que Carrie quiere rodar con sus columnas le pregunta la pregunta del millón: «¿Cuál demonios es el problema de Carrie?».
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