"Que estemos aquí para presentar una exposición sobre el vestuario de una serie es algo muy significativo", dijo Bina Daigeler el miércoles en el Jardín Botánico de Madrid. Esta alemana nominada a un Oscar por Mulán en 2021 está también detrás del setentero vestuario de la miniserie Mrs. América y entre sus últimos proyectos se encuentra la serie Cristóbal Balenciaga, disponible en Disney + desde el 19 de enero de 2024.

Pero, para ir abriendo boca, el vestuario de la serie se puede visitar todos los días hasta el 21 de enero, de 10:00 a 17:30 horas, en una muestra gratuita incluida con la compra de la entrada general al Real Jardín Botánico. Con algunos vídeos que ayudan a ubicar los trajes en la serie, la exposición invita a sus visitantes a ver a través de una mirilla los momentos clave en la vida del diseñador, reflejados en cada uno de los seis episodios de la serie.

Estos incluyen sus comienzos en París en 1937, cuando Cristóbal Balenciaga presenta su primera colección de alta costura en París y trataba de encontrar su estilo, pasando por toda su trayectoria profesional en sus talleres de Madrid y San Sebastián; hasta su consagración como uno de los diseñadores más importantes de todos los tiempos y con más herencia en los actuales.

En palabras de la diseñadora de vestuario, que fue quien guió a la prensa en un evento privado previo a la inauguración, tanto el recorrido por las salas como la propia serie ayudan a entender por qué, para ella, Cristóbal Balenciaga no era únicamente un diseñador, sino un artista multidisciplinar cuyas estructuras en sus creaciones hacían que fuese más bien un "arquitecto de la moda".

Un desafío del papel a la pantalla

Daigeler estuvo acompañada por Pepo Ruiz Dorado, figurinista que ha trabajado también en Los Miserables o Velvet Colección. Este explicó que muchas de la reproducciones se habían hecho a partir de fotos de hace cerca de un siglo en blanco y negro o incluso de meros bocetos del creador de Guetaria, algo que había hecho obligatorio un exhaustivo proceso de documentación para averiguar los colores o las texturas exactas de los trajes.

Bina Daigeler y Pepo Ruiz Dorado están detrás del vestuario de la serie | David Herranz

En la elaboración, que según presumen ha sido completamente artesanal, no solo han estado en contacto con la casa Balenciaga, sino también con Dior, Givenchy y Chanel. "Para mí ha sido muy curioso descubrir cómo en la actualidad las casas conservan en el trato la esencia y el espíritu de sus creadores pese al paso de los años", apuntó Daigeler, con una sonrisa.

La muestra es también una manera de viajar en el tiempo a través de ver, por ejemplo, la manera en la que la Segunda Guerra Mundial determinó su trabajo, haciendo que Cristóbal se inspirase en uniformes militares, que sus colores reflejasen la depresión que atravesó y, posteriormente, que se pasara a los cortes imperio y globo mucho más holgados en la cintura, con la incorporación de la mujer al ámbito laboral.

Destaca también el traje de novia de Fabiola de Bélgica, que viajó desde el atelier de Balenciaga en Madrid hasta el Palacio de Laeeken en Bruselas en 1960 en una caja que también ha sido reproducida para la exposición:

Fabiola de Bélgica, en la serie, con uno de los vestidos disponibles en la exposición | David Herranz

"Ella era alguien poco agraciada, pero Cristóbal quería que luciera en condiciones. Estudia su cuerpo y con pequeñas modificaciones logra que sea una princesa de cuento. Lo hace con un dos piezas sustentado con un leve escote en la nuca y una estructura interna que hace que parezca que ella flotaba al caminar y que el vestido era ligero, pero en realidad era todo lo contrario", ilustró Pepo Ruiz Dorado.

La serie está protagonizada por Alberto San Juan y un elenco que da vida a reconocidos personajes del siglo XX fundamentales en la vida del maestro. Entre ellos, destacan Belén Cuesta (Fabiola de Mora y Aragón); Josean Bengoetxea (el empresario donostiarra Nicolás Bizkarrondo); Cecilia Solaguren (su mujer, Virgilia Mendizabal); Adam Quintero (Ramón Esparza, colaborador del diseñador durante más de veinte años); Thomas Coumans (Wladzio D'Attainville, pareja y socio de Cristóbal Balenciaga); Gemma Whelan (Prudence Glynn, periodista de The Times); Anouk Grinberg (Coco Chanel); Gabrielle Lazure (Carmel Snow, directora de moda de Harper's Bazaar); Patrice Thibaud (Christian Dior); Nine d’Urso (la modelo Colette); y Anna-Victoire Olivier (la actriz Audrey Hepburn).

El 'Baby Doll' de la discordia

Con música de Alberto Iglesias, presente en muchas películas de Pedro Almodóvar; la serie ha sido creada por Lourdes Iglesias y los 12 veces ganadores del Goya Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga (La trinchera infinita, Loreak, Handia). El hecho de que haya varios directores tiene pros y contras. Bina contó cómo uno de los trajes generó una disputa entre quienes querían incluirlo en la serie y quienes no: el vestido Baby Doll, confeccionado en tafetán de seda estampada.

El Baby Doll se encuentra en la última sala, junto a varios de los vestidos más reconocibles de Balenciaga | El Independiente

Esta pieza de línea simple, además, resultó especialmente difícil de recuperar debido a que el equipo de la película no daba con un tejido similar. Sin embargo, finalmente llegó a sus manos de un almacén de una tienda ya cerrada de Bilbao un rollo de tela muy parecido que resultó ser del propio proveedor de la casa a tan solo tres días de que comenzase el rodaje.

Bina insistió en lo determinante que fue España en la obra del diseñador, algo especialmente visible en trajes inspirados en pinturas como las Meninas, en las cobijadas de Véjer de la Frontera o en ornamentación muy similar a las de las casullas de las autoridades eclesiásticas, pues el diseñador era "muy creyente".

En definitiva, la muestra recoge una versión del creador como un adelantado a su tiempo al que parte del público no entendió mientras que gozó siempre de un gran respeto por parte de los compañeros de sector y como alguien cuyas obras pasarían perfectamente por las últimas piezas creadas de diseñadores actuales.

Vestido de noche de 1938 confeccionado en terciopelo de seda bordado y calado a mano | David Herranz

"No se conformaba, siempre buscaba nuevas ideas. Por eso es tan icónico y sigue siendo una referencia. Balenciaga era una casa muy moderna y avanzada. Parece conservador, pero no: era clásico y religioso como todos los de su época, pero su lenguaje artístico interior era moderno", concluyó Bina.