Eduard Fernández y Chino Darín fueron los segundos invitados de la semana en El Hormiguero, tras la participación de José Mota el lunes. Los actores acudieron para presentar su último proyecto, la serie Mano de Hierro, que llega a Netflix el 5 de marzo.

La ficción está protagonizada por Eduard Fernández (Criminal: España, 30 monedas), Chino Darín (El Reino, Historias para no contar), Jaime Lorente (La casa de papel, 42 segundos), Natalia de Molina (Elisa y Marcela, Un año, una noche), Sergi López (La vampira de Barcelona, Mediterráneo) y Enric Auquer (Sky Rojo, El maestro que prometió el mar).

Mano de hierro cuenta con escenas de acción, algo que llevó a Eduard Fernández a contar qué era lo más difícil de grabar escenas de este tipo de género: recibir un guantazo. "Tú sabes cuándo te lo van a dar y es dificilísimo no gesticular y que parezca que te pilla de nuevas", explicó.

Pablo Motos quiso saber algo más sobre esas escenas que les resultaban especialmente complicadas a los actores. Chino Darín contó que a él le costaba "reír a carcajadas" cuando no tenía ganas. Eduard añadió que era muy difícil "despertarse", así como interpretar que se está ebrio.

Ambos han tenido que someterse a varios cambios de peso e imagen por la actuación. Sobre esto, Eduard aseguró que lo complicado no era verse distinto a uno mismo, sino las reacciones de los demás, que son quienes te tienen frente a sus ojos todo el rato.

Sobre los cambios de imagen, Eduard dijo también que le parecía muy difícil que a un hombre le quedase bien una peluca, pues siempre tienden a tener apariencia "de pederastas". Y se definió como uno de esos actores que solían llevarse sus personajes y gestos fuera del rodaje, aunque normalmente se le pasaba a los meses.